“Un gol muy bonito”, canta el entrenador Eyup Yucesan por todo el campo. Una de las chicas en el campo acaba de meter el balón en la portería. La diversión y el entusiasmo brillan claramente. Después de dos meses, las ocho niñas en el campo se han desarrollado rápidamente, explica Yucesan. “La mayoría nunca ha sido miembro de un club deportivo o de fútbol”, dice.
Debido a sus antecedentes, esto no es común. Pero aquí está el primer equipo femenino del municipio de Emmen, compuesto íntegramente por chicas de origen inmigrante o islámico. Y eso es bastante especial.
El año pasado, NOS y Trouw informaron sobre el hecho de que las niñas de origen no occidental practican menos deportes que sus pares. A veces es falta de tiempo y dinero. Pero a menudo también porque no se sienten lo suficientemente confiados o seguros. O por la presencia de hombres.
En el caso de este equipo, que tiene su sede en el FC Meerdijk (el departamento juvenil conjunto del SC Angelslo y el vv Emmen), estos obstáculos se han superado. Y por los propios jóvenes.
En el barrio de Angelslo había varias chicas que querían hacer deporte. Esto incluye a Zawiya Kaszuba y su hermana Zunaiyra. Ambos son miembros del consejo infantil del distrito de Emmer Angelslo, creado el año pasado. Este consejo, formado por estudiantes de primaria, está comprometido con planes que deberían hacer que el barrio sea más divertido para los niños. A través de este consejo se anunció que a varias niñas de Angelslo les gustaría practicar deportes.
“He querido eso desde hace mucho tiempo”, dice Zawiya, quien hace una pausa en el entrenamiento. “Cuando nos permitieron presentar ideas en el consejo infantil, le indicamos al municipio que nos gustaría un equipo de fútbol. Eso funcionó y estoy muy contenta”, dice riendo.
El amor de Zawiya por el juego es profundo. “Me encanta el fútbol desde que era pequeño”. Su padre y su hermano también juegan. Su ídolo es Ronaldo. Aunque lamenta que se haya ido a Al-Nassr en Arabia Saudita.
Poder interpretar ella misma fue difícil, dice. Jugar con niños, por ejemplo, era muy complicado dada su fe. Gracias al consejo de niños, el baile quedó literal y figuradamente en su lugar. El equipo lleva dos meses entrenando en los campos del SC Angelslo. Ahora tienen nueve jugadores en total.
El entrenador Yucesan, afiliado al municipio de Emmen, coincide en que algunas culturas encuentran barreras en el deporte. “Todos hemos hecho todo lo posible para eliminarlo”.
Los niños y los padres son todos flexibles al respecto. “Personalmente tuve reuniones de presentación con todas las familias. Se creó una aplicación grupal con las niñas y sus padres”. Estos últimos tienen voz y voto en determinadas cuestiones y eso se agradece, afirma Yucesan.
Ahora también se ha realizado una visita a los “vecinos” del barrio de Emmerhout. “Allí también hay necesidad de deporte. “Así que fuimos allí para promocionarnos. Ahora también se ha registrado un participante de ese distrito”. El equipo debe seguir creciendo. “Un poco más de jugadores y luego también podremos jugar competiciones”.