El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, podría enfrentarse a un juicio político en los próximos días después de que la asamblea nacional del país votara el martes para avanzar en los procesos en su contra.
La legislatura controlada por la oposición votó a favor de seguir adelante con los procedimientos por una mayoría simple de 88 votos de los 116 presentes. Se requeriría una mayoría calificada de 92 votos de un total de 132 escaños para asegurar la destitución de Lasso.
La votación profundiza una crisis política a fuego lento ya que Lasso parece estar listo para un enfrentamiento con un congreso cada vez más hostil. Tanto la oposición como la defensa de Lasso podrán presentar pruebas ante el Congreso.
Lasso, un millonario y ex banquero, es acusado por legisladores opositores de corrupción relacionada con contratos firmados con la empresa estatal de transporte de petróleo, Flopec. Negó los cargos y los describió como motivados políticamente. Los contratos en cuestión se firmaron en 2018, tres años antes de que asumiera el cargo.
El abogado de Lasso, Edgar Neira, dijo a los medios que la medida de los legisladores del martes no era constitucionalmente válida.
Pero Marcela Holguín, diputada opositora y vicepresidenta del Congreso, dijo en un comunicado posterior a la votación que “todos los ecuatorianos habrán ganado” con la destitución de Lasso. “Les estaremos dando una respuesta al abandono en que nos han sumido las miserables políticas que el gobierno de Lasso”.
En cualquier momento antes de su destitución, Lasso podría disolver el Congreso y desencadenar elecciones presidenciales y legislativas en virtud de una cláusula de la constitución de Ecuador conocida como “muerte mutua”. En ese escenario, gobernaría por decreto, supervisado por la corte constitucional, durante seis meses mientras se llevan a cabo las elecciones.
En una entrevista con el Financial Times el mes pasado, dijo que activaría la cláusula si el Congreso tomaba medidas para destituirlo.
Un informe del sábado del comité de supervisión judicial de la asamblea encontró que Lasso «no había sido probado» de haberse «beneficiado o beneficiado a terceros abusando de los fondos públicos».
Pero el informe no vinculante que recomendaba abandonar los procedimientos de juicio político no fue aprobado por el comité, con cinco de los nueve miembros votando en contra.
Los aliados de Lasso han dicho que tienen los votos para bloquear el juicio político, aunque el apoyo para continuar con los procedimientos el martes sugiere que podría tener dificultades para sobrevivir.
El partido más grande en el Congreso, el del expresidente Rafael Correa, quien vive en Bélgica para evitar ser encarcelado en Ecuador por corrupción, ha dicho que sus 47 legisladores apoyarán la destitución de Lasso. Todos votaron para continuar con el proceso el martes.
El partido indígena Pachakutik, el segundo más grande del Congreso, está dividido en el tema, con 12 votos para continuar con la candidatura y 11 ausentes de la votación.
El partido socialcristiano de derecha, que rompió con Lasso justo antes de que asumiera el cargo en mayo de 2021, también apoya la destitución de Lasso, aunque ha perdido a algunos de sus miembros por el asunto.
Si bien no todos los legisladores que apoyaron la moción del martes apoyarán necesariamente el juicio político, “la votación de hoy muestra que la oposición no está lejos de los votos necesarios para asegurar la destitución de Lasso”, dijo Sebastián Hurtado, jefe de la consultora de riesgo político de Quito, Profitas.
“La votación está claramente reñida y pueden pasar muchas cosas antes del juicio político, pero no creo que las perspectivas de Lasso hayan mejorado después de la votación de hoy”.