El Atalanta frena al Milan. Sorpresa Malinovskyi, remedios Bennacer

La ventaja de los nerazzurri en el primer tiempo trastornó las ideas y la convicción del Diablo, en el segundo tiempo del peor campeón italiano. Pero la fase defensiva de los rossoneri aún está por revisar

por nuestro corresponsal Luca Bianchin

21 de agosto
– Bérgamo

¿El primer partido directo de la temporada? Bueno, más como un libro de motivación, un poco de arte bélico, un poco de fútbol zen. Atalanta-Milan termina 1-1, con goles de Malinovskyi y Bennacer. Atalanta mejor en la primera mitad, Milan en la segunda. Las dos jugadas clave, sin embargo, son dos declaraciones de Gasperini y Pioli: palo y zanahoria. Gasp critica a Malinovskyi en la víspera (“Creo que es correcto que el Atalanta busque a un jugador que haga más de 6 goles al año, que entre más al área”), luego lo envía a la cancha y Ruslan le paga con el ventaja zurda. Pioli, por su parte, tras un verano celebrando a Bennacer como posible sorpresa, recibe de regalo el 1-1 por la izquierda. Ah, la otra clave del cambio de cara del AC Milan -a la altura del triángulo en el pecho recién tras el descanso- son los cambios. La más sorprendente, Origi para Leao, con Rafa saliendo entre el abatimiento y la decepción.

Lágrima de atalanta

El juego cambia dos veces, la primera entre los minutos 23 y 29. ¿Episodios? Sí, episodios. Minuto 23: Balón de gol XL para Messias, olvidado con negligencia grave por la defensa del Atalanta. Junior no ve a Tonali en el centro del área y, comprensiblemente, patea. El problema es que patea muy mal, sale con la puerta abierta. Minuto 29: Atalanta tiene racha y ataca. Tomori pierde por completo a Malinovskyi, que no ataca la puerta sino que gira en un rizo hacia el borde del área, encontrado correctamente por Maehle. Fuerte izquierda, desviado levemente por Kalulu, y gol.

Milán con el banquillo

El segundo punto de inflexión en la segunda parte, cuando Pioli cambia toda la línea de ataque, modelo hockey, de Messias-Diaz-Leao-Rebic a Saelemaekers-De Ketelaere-Origi-Giroud. Las oportunidades, no por casualidad, se multiplican tras una primera parte decepcionante, con la extraña impresión de un Milan sin ideas ofensivas que vayan más allá de las improvisaciones de Leao. Un par de goles vienen antes de los cambios. Después de menos de 4 minutos, Kalulu levanta demasiado la cabeza para apuntar -y se podría haber hecho mucho más-, entonces Leao tiene 10 segundos de omnipotencia: regresa desde la izquierda y patea con la derecha, de la nada con el observador Musso. Las otras ocasiones, tras las sustituciones. Primero vienen Díaz y Rebic, los mejores en el primero pero los peores en el segundo, por De Ketelaere y Giroud. Luego Leao y Messias por Origi y Saelemaekers. CDK tarda dos minutos en poner a Tonali a puerta: el toque es estupendo, menos el remate del número 8, rechazado por Musso. Origi, en cambio, a 10 minutos del final está cerca de adelantar: gran jugada vertical de Theo Hernández, regate del belga en el área y salvando a plomo a Djimsiti. La última real, gran oportunidad de cambiar el marcador.

Subidas y bajadas

Al final, por tanto, los presupuestos se quedan. Milan pierde dos puntos ante Inter y Napoli y ahí está. Lo más importante, descubre su nueva dimensión 2022-23. El mercado ha alargado las rotaciones, la gestión de propietarios y cambios será fundamental para insertar variaciones en el juego y encontrar nuevos protagonistas noche tras noche. El Atalanta, más bajo de lo habitual desde hace mucho tiempo, sale en cambio del Gewiss con más confianza: siguen a la altura de los grandes partidos. Si Malinovskyi se quedará o no, bueno, esto hay que preguntárselo a Gasp (y quizás a Conte).



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