Estados Unidos está finalizando un plan para suministrar a la UE hasta 15 mil millones de metros cúbicos adicionales de gas natural licuado para fines de 2022, según tres personas familiarizadas con el asunto.
El acuerdo tiene como objetivo ayudar a la UE a reducir su dependencia del gas natural de Rusia, con el bloque compitiendo para frenar las importaciones rusas en dos tercios este año.
Las entregas de GNL de EE. UU. se destinarían a un objetivo, establecido por la UE este mes, de reemplazar 50.000 millones de cm3 de gas actualmente suministrado por Rusia con suministros alternativos. En 2021, EE. UU. suministró a Europa 22 bcm, según la UE datos.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, esperan anunciar el acuerdo el viernes por la mañana.
“Se trata de GNL adicional de Estados Unidos para la Unión Europea, reemplazando así el GNL ruso que teníamos hasta ahora”, dijo Von der Leyen el jueves.
La Casa Blanca se negó a comentar.
La UE está bajo una intensa presión para prohibir las importaciones de energía rusa, pero el canciller alemán Olaf Scholz advirtió contra una prohibición inmediata de los combustibles fósiles del país, diciendo que tal medida podría desencadenar una recesión.
Funcionarios alemanes dicen que una fuerte reducción en las importaciones de gas ruso este año lograría el mismo objetivo que las sanciones.
La UE expuso sus planes para importar este mes 50.000 millones de cm3 adicionales de GNL de productores mundiales, incluidos EE. UU., Qatar y Egipto, pero algunos analistas advirtieron que el plan no es realista.
Los funcionarios informados sobre el plan de EE. UU. enfatizaron que la cantidad final de GNL suministrado a la UE dependería de los contratos comerciales.
Gran parte de la producción de GNL de EE. UU. ya está comprometida con países de todo el mundo, particularmente en Asia.
Mike Yarwood, investigador principal del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, dijo que Europa tendría que armarse de valor para pagar precios más altos de la gasolina en los próximos años para lograr sus objetivos.
La capacidad de importación de GNL sobrante de Europa se concentra en la península ibérica, pero España tiene conexiones de gasoductos deficientes para trasladar el gas importado al norte de Europa.
Las naciones de Europa del Este que dependen en gran medida del gas ruso carecen de la infraestructura para beneficiarse fácilmente de las importaciones de GNL con terminales cercanas que ya funcionan a plena capacidad, lo que significa que tendrían dificultades para aumentar las importaciones mucho más.
Información adicional de Harry Dempsey en Londres