Las autoridades de Drente se unieron para coordinar su ofensiva. Según Van Oosterhout, todas las partes son conscientes de ello, pero el problema requiere soluciones a medida. “La delincuencia no dice: trabajaremos en Emmen, pero no en Borger-Odoorn. Se está extendiendo por toda la provincia. Así que si queréis abordar esto, tenéis que hacerlo juntos”.
La punta de lanza de la política es la concienciación entre los ciudadanos. Por ejemplo, los agricultores hablan de tipos desagradables que atacan sus graneros. “No seas ingenuo”, subraya Van Oosterhout.
Otra campaña se centra en los jóvenes. “Son extremadamente atractivos para prestar su tarjeta de débito”. Los jóvenes ceden cuando les pagan por entregar sus pases. Esto luego conduce a actividades delictivas. “Mostramos al mundo exterior: muchachos, presten atención, porque la subversión está sucediendo ante sus ojos”.
Aunque es necesario estar alerta, a veces la gente evita denunciar prácticas turbias. Van Oosterhout lo comprende y saca otro ejemplo del cajón. “Si alguien está paseando a su perro por la noche y ve todo tipo de actividad en el parque empresarial, entonces, por supuesto, puede ser el caso. No es necesario hacer nada al respecto, pero no está mal informarlo a el policía local.”
¿Es suficiente para reprimir el crimen subversivo? “Tenemos que ponernos manos a la obra”, da la orden Van Oosterhout. “No pensemos sólo en Brabante o Limburgo. También ocurre en Drente”.
Vea a continuación la conversación en Cassata con Eric van Oosterhout, alcalde de Emmen: