También estuvo presente el alcalde Dirk De fauw: “Abrimos las puertas en Brujas inmediatamente después del estallido de la guerra. Aquí se ha alojado a una comunidad de más de 750 personas”. Brujas tiene la comunidad ucraniana más grande de Flandes Occidental. Mientras tanto, no queda mucho de todo lo que dejaron en casa. Construir una vida diferente aquí es una alternativa para quienes tienen hijos. Un centro como KRYLA, palabra ucraniana para WINGS, juega un papel importante en esto.
“Cada sábado vienen al centro 50 niños para estudiar el idioma de una forma muy creativa. Aquí tenemos un estudio donde los niños pueden dibujar, hacer manualidades y bailar”, dice Svitlana Musina, coordinadora del centro.