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La Comisión Europea nombrará al belga Didier Reynders como jefe de competencia de la UE, mientras la actual comisaria Margrethe Vestager toma una licencia para postularse para el puesto más alto en el Banco Europeo de Inversiones.
Los funcionarios se están preparando para anunciar el martes que Reynders, el actual comisario de Justicia, también asumirá uno de los roles más poderosos de Bruselas, según cuatro personas con conocimiento de la decisión.
Al igual que Vestager, un ex ministro de Economía danés que se ha convertido en una de las figuras más destacadas de Bruselas, Reynders pertenece a Renew Europe, el grupo político liberal centrista entre cuyos miembros también se encuentra el presidente francés Emmanuel Macron.
Como comisario de competencia, Reynders tendrá un papel fundamental en la aprobación de las mayores fusiones propuestas en Europa. La comisión ha intensificado el escrutinio del sector tecnológico, bloqueando recientemente la adquisición por parte de Illumina de la empresa de detección de cáncer Grail y preparándose para vetar la propuesta de compra del grupo de viajes Etraveli por parte de Booking.
Las responsabilidades de Reynders también se extenderán a los casos de abuso de mercado –incluidas las investigaciones abiertas sobre Spotify y Meta– y la vigilancia de las ayudas estatales en toda la UE, haciendo recomendaciones sobre casos individuales, así como cualquier revisión de las normas que frenan el apoyo público a las empresas.
Se espera que Vestager tome una licencia sin goce de sueldo de la Comisión, lo que le permitirá potencialmente regresar a su antiguo puesto en Bruselas si su solicitud para ocupar el puesto más alto del BEI no tiene éxito.
Reynders, un veterano de la política belga, ha desempeñado un papel destacado en la continua lucha de la comisión con Polonia y Hungría por las supuestas violaciones de las normas de la UE que rigen el Estado de derecho por parte de ambos países. También ha adoptado una línea dura con respecto al nuevo tribunal de Varsovia para investigar la supuesta influencia rusa, que Bruselas teme pueda ser utilizada como herramienta política.
La candidatura de Vestager para dirigir el BEI, el brazo crediticio de la UE, será decidida por los ministros de Finanzas de la UE en las próximas semanas. El ganador del concurso decidirá el destino de decenas de miles de millones de euros de inversión y determinará la estrategia futura de un elemento crítico de la transición verde del continente.
Los diplomáticos de la UE consideran ampliamente a la ministra de Economía española, Nadia Calviño, como la favorita para el puesto más alto en el banco con sede en Luxemburgo, que tiene la tarea de impulsar la influencia de la UE en el crecimiento económico. Es bien conocida por sus colegas ministros de Finanzas y se espera que tenga buenas posibilidades de conseguir el apoyo de los grandes estados miembros, incluida Francia.
Calviño, ex director general del departamento de presupuesto de la Comisión Europea, también tendrá la ventaja de presidir la reunión de ministros de finanzas el próximo mes en Santiago de Compostela debido a la actual presidencia rotatoria de España del Consejo de la UE.
Vestager era inicialmente una de las favoritas para el puesto, pero sus posibilidades de conseguir el nombramiento se vieron perjudicadas por la controversia sobre el nombramiento de un estadounidense como economista jefe de la UE, que Macron anuló con éxito.
El BEI, que es el mayor prestamista multilateral del mundo con un balance de alrededor de 550.000 millones de euros, ha aumentado su financiación de inversiones respetuosas con el clima en los últimos años y se espera que desempeñe un papel enorme en ayudar a financiar la reconstrucción de Ucrania en la posguerra.