La industria tabacalera belga está siendo sacudida hasta sus cimientos ahora que el ministro de Sanidad, Frank Vandenbroucke, aumenta drásticamente el precio de los cigarrillos en una cuarta parte. A partir del 1 de enero, un paquete medio costará por primera vez más de 10 euros (!). ¿Qué consecuencias financieras y de otro tipo tiene esto para los fabricantes, el gobierno y los propios fumadores? Buscamos todas las respuestas en el humo.
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