El caso estalló a mediados de abril tras la difusión de un informe que identificaba a más de 60 personas del movimiento separatista catalán como víctimas de espionaje. Esteban admitió la semana pasada que los independentistas catalanes estaban siendo espiados por sus servicios, pero que siempre con el permiso de la justicia. Fuentes gubernamentales aseguran en los medios españoles que no fueron informados.
La semana pasada, también se reveló que no solo los teléfonos de los separatistas catalanes fueron intervenidos, sino que también fueron pirateados el primer ministro Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles. Esto sucedió con el muy discutido software Pegasus de la empresa israelí NSO. Según el gobierno, también robaron datos de Sánchez y Robles. Se especula que Marruecos está detrás.
El escándalo desató una crisis entre el gobierno minoritario de Sánchez y los separatistas catalanes. Amenazaron con retirar su apoyo al gobierno en el parlamento.