Balenciaga presentó este domingo su colección FW22. Los modelos lucharon contra el viento y la nieve en un escenario apocalíptico. La rotonda blanca en la que tuvo lugar el espectáculo reflejaba el mundo en el que vivimos actualmente.
El director creativo Demna Gvasalia había considerado cancelar la presentación FW22 de Balenciaga al cuestionar la utilidad de la moda en tiempos de guerra y adversidad. Sin embargo, la decisión de presentar vino con la comprensión de cuánto depende el sustento de Balenciaga y cuántas víctimas él mismo hizo en la guerra. La familia de Demna había huido de Georgia en la década de 1990 en circunstancias similares a las de Ucrania ahora, y como consecuencia de la invasión rusa.
Siempre un fugitivo
Demna estudió en Ucrania y dijo que ya había sacrificado demasiado: «Soy un refugiado para siempre. Para siempre, porque eso es algo que te queda», escribió en la carta que acompaña a la presentación. «En un momento como este, la moda pierde relevancia, la semana de la moda se vuelve un absurdo. Me di cuenta de que cancelar el Show significaría rendirme al mal». «
En la apertura del espectáculo, Demna recitó un poema de un poeta ucraniano. No hubo traducción. Réplicas de la bandera ucraniana amarilla y azul yacían en los asientos de los invitados, protegidas por vidrios de la «tormenta».
La vista de los modelos cargando enormes sacos y apoyándose contra el viento recordaba la difícil situación de una persona que huye hacia un lugar seguro y cómo estas personas están constantemente en movimiento y nunca descansan. Las largas colas de vehículos en la frontera polaca son un claro símbolo de ello.
Sin embargo, la presentación fue solo un desfile de modas, y la bolsa no estaba hecha de plástico, sino de cuero. Algunas prendas se hicieron sin botones ni cremalleras, sino que se hicieron como suéteres para que pudieran guardarse fácilmente en un bolsillo o bolso en caso de escape. Una modelo no vestía nada más que tenis y ropa interior, una pieza de tela colgada de sus hombros como si el tiempo no esperara a nadie, especialmente en tiempos de guerra. La ventana de tiempo en la que es posible escapar es solo un momento fugaz.
Otro modelo estaba envuelto en cinta adhesiva con la marca Balenciaga, al igual que Kim Kardashian, quien se sentó en la primera fila y es la musa actual de Demna. Las botas puntiagudas hasta la rodilla eran omnipresentes en los estilos de hombres y mujeres, al igual que las gafas de sol futuristas, que brindaban la única protección contra los elementos.
Al visitar las montañas la Navidad pasada, Demna dijo que no vio nieve. Así que este programa trataba tanto sobre la lucha mundial por el control del clima como sobre el fin de la guerra. «Este espectáculo no necesita explicación», escribió Demna. «Es una dedicación a la valentía, la resistencia y el triunfo del amor y la paz».
Esta publicación traducida apareció anteriormente en FashionUnited.uk. Traducción y edición: Karenita Haalck