El triunfo en el campeonato relanza a los Xeneizes mientras en River se cierra la etapa gloriosa de Gallardo. Gracias al sargento de hierro Ibarra y seis talentosas gemas
Un epílogo casi cinematográfico y un triunfo conquistado al final de un camino accidentado y turbulento. Así vuelve Boca, campeón argentino anoche por 35° vez gracias a un guión difícil de concebir hasta para los más refinados “escritores de crimen”. El desafío de la distancia con Racing que culmina en el cruce decisivo en la última jornada con sus respectivos rivales acérrimos (River Plate e Independiente), sin embargo, no tiene un valor exclusivamente “escénico”. El triunfo de los Xeneizes también tiene un valor simbólico que puede marcar una suerte de relevo: sobre la era del gran River de Marcelo Gallardo, que deja a Núñez tras 9 años aderezado con 14 títulos (7 en casa y otros tantos continentales), el Boca Juniors está listo para volver como protagonista, tanto en casa como en el continente.