Desde los líderes de la UE hasta el presupuesto italiano, así es como Meloni hará valer su 29% en Bruselas


Una primera ronda de debate llegará durante los días del G7 en Borgo Ignazia, donde Giorgia Meloni se presentará al frente del «gobierno más fuerte de Europa». Palabras que suenan a mensaje dirigido a los dos grandes perdedores de esta vuelta electoral, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente francés Emmanuel Macron, pero también a la candidata in pectore por segunda vez al frente de la Comisión, Ursula von der Leyen.

Varios archivos calientes sobre la mesa.

«Cuando se formalice lo evaluaremos», se limita a decir por el momento la Primera Ministra sobre la candidatura de Úrsula con quien ha consolidado la relación en estos dos años. Lo que es seguro es «que en esta fase Italia será seguramente protagonista y no espectadora». Meloni se refiere a los nombramientos de futuros comisarios. «Me gustaría contar con una de las delegaciones más importantes de Europa – confesó el Primer Ministro hace unas semanas -, un comisario que pueda garantizar un punto de vista italiano. La delegación sobre Economía, no debilitada sino plena, Competitividad, Mercado Interior, Cohesión o la delegación sobre el Pacto Verde». Pero también hay varios expedientes candentes sobre la mesa. Italia, como siempre, se encuentra en una situación «delicada». Tiene una deuda creciente, un déficit demasiado elevado por el que se abrirá en breve un procedimiento de infracción, a lo que se suma la necesidad de encontrar recursos para garantizar al menos la confirmación de algunas medidas en el próximo presupuesto, véase por ejemplo el recorte del impuesto cuña. Meloni lo sabe bien y por ello pretende aprovechar al máximo el éxito obtenido en esta vuelta electoral.

Mayorías variables y francotiradores

«Un gobierno sólido es un elemento de fuerza en las negociaciones para la próxima Comisión Europea», afirma el primer ministro. Y no hay duda de que tener un peso decisivo en el nombramiento de los próximos líderes europeos nos permitirá incrementar significativamente la apertura de crédito a Italia. En primer lugar, el Partido Popular y von der Leyen quieren cerrar rápidamente el juego en la presidencia de la Comisión. Más allá de las posiciones adoptadas por los socialistas que dicen que no quieren acuerdos con los conservadores, donde también están los 25 diputados de la FdI y de Meloni, que ha reiterado repetidamente «nunca con la izquierda», todo el mundo sabe que en Bruselas como en Estrasburgo las mayorías son variable. Hoy, von der Leyen ya cuenta sobre el papel con una mayoría, la misma que la apoyó la última vez y formada por los tres primeros grupos del Parlamento Europeo: PPE, PSE y Renew. Pero como la votación es secreta, el riesgo de francotiradores es muy alto y las cifras que figuran en el documento de mayoría de Úrsula no son oficiales. Necesitas un paracaídas. La última vez fueron los diputados del M5S y los miembros polacos del Pis que entonces estaban en el gobierno, como hoy Meloni, quienes lo garantizaron.

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