El francés, autor de un espectacular gesto técnico en el partido contra la Roma en la temporada 1996/97, estará invitado a las 12 horas, en la sala Depero, el 11 de octubre.
Existe esa patada desde arriba que ha quedado en los ojos y en el corazón de los aficionados nerazzurri. Y luego el Mundial se elevó hacia el cielo en el Stade de France. O la Eurocopa ganada contra Italia, siempre con él claramente visible incluso en la portada deEquipo. Y luego la admiración de los grandes campeones que lo acompañaron a lo largo de su rica carrera, desde Zidane hasta Weah y Ronaldo, el brasileño. En definitiva, son muchas las instantáneas que recorren la carrera de Youri Djorkaeff, siempre en lo más alto, incluso en Italia, su segunda patria, a donde regresa entre compromiso y otro como presidente de la Fundación FIFA.
La carrera de Youri Djorkaeff
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Hijo de arte, su padre Jean fue un monumento del fútbol francés de posguerra, Djorkaeff debería haberse dedicado a la natación o al tenis. El fútbol llegó tarde, sin embargo, a tiempo para convertirlo en un artista y una fuente de inspiración con su atípica manera de estar en el campo: ni enteramente delantero ni enteramente centrocampista. Un nueve y medio como le gustaba llamarse en aquel momento. En Grenoble, donde ya era capitán de segunda división a los 18 años, su elegancia le valió el sobrenombre de “pequeño Mozart”. Más tarde se convirtió en “la Serpiente” por la trayectoria de sus tiros libres, ondulantes, impredecibles, fatales para los porteros contrarios. Un estilo inconfundible cultivado en el Inter, después de la escuela monegasca con Wenger y la Recopa con el PSG. Con la camiseta nerazzurri ganó la Copa de la UEFA, antes de sus triunfos en Les Bleus, dejando entre los muchos recuerdos para los nerazzurri, aquel inolvidable tiro alto contra la Roma. Recreación conjunta también en Trento el viernes 11 de octubre a las 12 (sala Depero).
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