Desde BZ/dpa
¿El niño fue mordido por una garrapata hace unos días y la piel alrededor de la picadura se ve extraña ahora? ¡Entonces es hora de ir a la práctica pediátrica!
Si el niño ha sido mordido por una garrapata, los padres deben observar el lugar de la picadura durante seis semanas. Porque se puede desarrollar un enrojecimiento allí, una señal de que el niño tiene la enfermedad de Lyme. La Asociación Profesional de Pediatras (BVKJ) llama la atención sobre esto.
Enrojecimiento significa: Se desarrolla una decoloración rojiza-azulada de la piel en el sitio de la picadura. Se extiende gradualmente en forma de anillo y puede alcanzar un diámetro de hasta 20 centímetros. Los padres pueden ver el sitio de la punción en el centro, alrededor del cual el enrojecimiento suele desaparecer.
Los síntomas similares a los de la gripe pueden acompañar al eritema.
Todo esto puede suceder en los días posteriores a la picadura de la garrapata, pero también algunas semanas después.
Según los pediatras, otros síntomas pueden acompañar al rubor. Por ejemplo, fiebre, dolores musculares, articulares y de cabeza, conjuntivitis y molestias gastrointestinales.
Si los padres observan un enrojecimiento o síntomas similares a los de la gripe en su hijo después de una picadura de garrapata, una visita al consultorio del médico está a la orden del día. La enfermedad de Lyme se trata con antibióticos.
La buena noticia: el hecho de que el niño haya encontrado una garrapata no significa necesariamente que también tenga la enfermedad de Lyme.
Según la BVKJ, solo del dos al seis por ciento de las picaduras de garrapatas provocan dicha infección.