“Mira todas estas zapatillas de baño, todavía están buenas”, dice uno de los niños durante la excursión en la fábrica de suelas, mirando una gran pila que se tira. «También vimos muchos zapatos que se tiraron cuando nunca se habían usado, simplemente porque ya no estaban a la moda», dice Fay.
«Por lo general, los zapatos viejos se queman en gran parte, lo cual es un desperdicio y malo para el medio ambiente», dice el propietario Ron Michel sobre el concepto que recicla las suelas. La compañía ha existido durante casi diez años, pero la demanda solo comenzó realmente en los últimos años. «En los últimos tres años ha habido un mayor enfoque en la sostenibilidad. En el pasado era principalmente: circular, ¿cuánto cuesta eso?»
Un piso reciclado aún no es común en Drenthe. El de De Wijk es uno de los primeros. Según Michel, el hecho de que los niños aprendan a reutilizar y crezcan con la idea de la circularidad de esta manera también es un plus. «Lo que pueden aprender es: pensar bien si tengo algo que ya no uso. ¿Lo tiro o hago algo útil con eso?».
¿Y cuántos zapatos se necesitan para el nuevo piso de la jaula Panna? Los estudiantes han comprobado y la respuesta es 20.000. Los zapatos de Fay también están entre esos 20.000.