Después de un trimestre mixto, el fabricante de artículos deportivos Puma mira el año en su conjunto con un poco más de cautela.
La empresa recortó sus expectativas y espera un beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) de entre 620 y 670 millones de euros para 2024, según un comunicado publicado el miércoles en Herzogenaurach.
Hasta ahora Puma había prometido 700 millones de euros en el mejor de los casos. Los analistas ya lo tienen en la lista con su estimación de consenso de unos 653 millones de euros. Puma justificó la medida con mayores costos de flete, cambios en las tarifas y un continuo comportamiento débil de los consumidores, especialmente en China.
En términos de ventas, el competidor de Adidas espera este año un aumento de las ventas ajustadas en función del tipo de cambio en el rango porcentual medio de un solo dígito.
Las monedas pesan sobre las ganancias
En el segundo trimestre las ventas cayeron un 0,2 por ciento hasta 2.100 millones de euros, informó la empresa. Ajustado por los efectos cambiarios, hubo un crecimiento del 2,1 por ciento.
El resultado operativo aumentó un 1,6 por ciento hasta 117,2 millones de euros y, por tanto, fue más débil de lo que esperaban los analistas.
La conclusión fue que casi una cuarta parte menos se quedó en 41,9 millones de euros debido al deterioro del resultado financiero debido a los efectos de las divisas y los intereses.
“La evolución del resultado operativo y del resultado consolidado corresponde plenamente a las expectativas de que la segunda mitad del año, especialmente el cuarto trimestre, será más fuerte que la primera mitad del año”, dijo la compañía. Sin embargo, Puma espera que así sea. El resultado consolidado en el ejercicio 2024 mejorará en consecuencia el resultado operativo (FashionUnited/dpa).