Cruise lo había prometido: su servicio de taxi autónomo estará plenamente operativo en 2023 en Dubái. A pocas semanas del lanzamiento oficial de su oferta en San Francisco (programa apoyado por General Motors), Cruise ha enviado dos de sus vehículos autónomos Chevrolet Bolt en Dubái para empezar a mapear la ciudad.
Cruise: ¿nuevo líder en tecnologías de conducción autónoma?
En abril de 2021, la empresa californiana firmó un principio de acuerdo con las autoridades de Dubái con el objetivo de lanzar una oferta comercial de taxis autónomos. Un servicio que encaja a la perfección con la visión del líder de los Emiratos Árabes Unidos, el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum. Su objetivo es convertir 25% de los viajes realizados en Dubái en viajes impulsados por tecnologías de conducción autónoma para 2030. Cruise ha sido identificado y elegido como el mejor socio posible para la ciudad de Dubái (el contrato se extiende hasta 2029).
El impacto del Covid-19 en el gasto en investigación y desarrollo
Los dos Chevrolet Bolt comenzaron las operaciones de mapeo el domingo 24 de julio de 2022. Los vehículos comenzaron con el área de Jumeirah de la ciudad, una franja residencial a lo largo de la playa. Son piloteados por operadores humanos que han recibido entrenamiento especial. En Dubai, Cruise quiere desplegar transbordadores Crucero Orígenes. Los que no tienen volante ni pedales. Mattar Al Tayer, director general de la Autoridad de Carreteras y Transporteo RTA (la institución a cargo del transporte), dijo en un comunicado que espera tener 4.000 Cruise Origins en las carreteras de Dubái para 2030.
Dubái quiere ser un ejemplo mundial de movilidad
Sin embargo, Cruise actualmente no tiene vehículos de este tipo en servicio y solo ha construido unos pocos con fines de prueba en circuito cerrado. Inicialmente, se espera que la empresa comience a utilizar sus Chevrolet Bolts en Dubái. Tampoco está claro cómo será el proceso de creación de un servicio de conducción autónoma en Dubái dado el entorno normativo de los Emiratos Árabes Unidos. En San Francisco, Cruise siguió una hoja de ruta que incluía probar sus vehículos autónomos con conductores al volante antes de abrir un servicio gratuito para los empleados y luego para el público.
Como segundo paso, Cruise comenzó a cobrar por los viajes con conductores al volante mientras probaba simultáneamente su flota sin conductor. Luego, la compañía abrió su servicio sin conductor primero a los empleados, luego al público, antes de finalmente poder hacerlo de pago. Este proceso ha sido determinado por las autoridades competentes en California. Uno puede imaginar que en Dubai, Cruise seguirá el mismo tipo de proceso.
La ciudad quiere adoptar un enfoque agresivo para integrar tecnologías de conducción autónoma en todos los modos de transporte público, desde taxis y subterráneos hasta autobuses y lanzaderas. Dubái quiere establecer un ejemplo mundial de política y legislación en materia de movilidad autónoma.