Dieciocho puntos de propuestas y medidas con «prioridades para el gobierno capaz de reformas incisivas, estabilidad financiera y cohesión social». Es lo que pide Confindustria a los partidos, de cara a las próximas elecciones, en un documento interno, anticipado por el diario La Stampa, y que luego será ultimado definitivamente.
En lo más alto del dossier, la visión de Confindustria que permanece firmemente anclada a la elección europea y occidental de la OTAN. «Italia – se remarca – debe considerarse irrevocablemente comprometida con el fortalecimiento de las instituciones europeas. Sin ninguna concesión a las soberanías».
Además, se apunta que «Italia necesita unas finanzas públicas que no vuelvan a estar en riesgo, un control rígido de la deuda pública, después de que gobiernos de diversas orientaciones políticas la hayan elevado al 150% en los últimos 10 años». Y por tanto la «obligación de perseguir el equilibrio estructural de las cuentas, la necesidad de una pronta puesta en marcha del PNR».
Además, «se necesita una nueva temporada de reformas incisivas para dar respuesta a la creciente pobreza y malestar social». Por lo tanto, es necesario revisar IRES y cancelar IRAP, políticas de bienestar y trabajo activo, incluida la renta de ciudadanía. Los industriales rechazan el salario mínimo y el fenómeno del mal trabajo, que «debe ser abordado contrarrestando el dumping contractual y ampliando la eficacia subjetiva de los convenios colectivos de referencia para garantizar el respeto de los derechos de los trabajadores y niveles de remuneración adecuados».
Un solo adjetivo dedicado a la crisis política y al fin del gobierno de solidaridad nacional liderado por el presidente Draghi: «Irresponsable».