Con una sentencia histórica, la Corte Constitucional estableció la irrevocabilidad del consentimiento del hombre, aunque se separe de la mujer con la que ha elegido la procreación asistida. La Consulta salvaguarda así la salud de la mujer que, para la Pma, ha puesto «a disposición su propia corporalidad». Con una importante inversión física y emocional en función de la crianza que implica riesgos, expectativas y sufrimiento»


qla relativa a la irrevocabilidad del consentimiento del hombre a Pma es una decisión histórica y única. Con el sentencia nro. 161 de 2023 (editor Luca Antonini) el Tribunal Constitucional ha valorado que «la compresión no es irrazonablecon respecto a la perspectiva de paternidad, de la libertad de autodeterminación del hombre».

Pma, si la pareja se separa «el hombre no puede retirar el consentimiento»

La historia que generó el recurso del hombre en cuestión ante la Consulta es la de un esposo que firma el consentimiento para la Pma (Procreación Médicamente Asistida). Los tiempos son cada vez más largos, los embriones se congelan porque la salud de la mujer no es perfecta. Y también el romance con el futuro padre se tambalea. los dos separados.

Pero al día siguiente de la separación de su mujer que quiere que le implanten esos embriones, el hombre retira el consentimiento dado a la fecundación asistida. No me pueden obligar a ser padre.: que piensa. Y en la corte exige su libertad para seguir siendo un hombre sin hijos.

Carmen Consoli sobre el niño nacido por fecundación asistida:

La «inversión física y emocional de la mujer» en Pma

Nada que hacer, dice la Consulta. El consentimiento prestado es irrevocable. Y lo es porque hay intereses primordiales que salvaguardar. Ante todo, salud de la mujer. Porque es ella quien, para acceder al PMA, ha puesto «a disposición su propia corporalidad. Con una importante inversión física y emocional en función de la crianza implicando riesgos, expectativas y sufrimiento. Y eso tiene un punto de inflexión cuando se forman uno o varios embriones».

A esta inversión, física y emocional, que ha dado lugar al surgimiento de una expectativa concreta de la maternidad, «la mujer se prestó en virtud de la encomienda en ella determinada por el consentimiento del hombre al proyecto parental común».

Irrevocabilidad del consentimiento, un punto de no retorno

Los jueces no se pierden el drama que se agita -y está destinado a crecer- detrás de la cuestión de principios. La sentencia reconoce que «la regla ha venido a situarse en el límite de lo que se ha definido como ‘opciones trágicas’ en tanto se caracterizan por laincapacidad para satisfacer todos los intereses en conflicto involucrados en el caso».

Nuevamente, “la disciplina de la irrevocabilidad del consentimiento toma la forma de un punto de no retorno, que puede ser fríamente indiferente al paso del tiempo y los acontecimientos de la pareja”.

Este es el saldo actual, dice la Corte. Si el Parlamento quiere revisar la disciplina de la fertilización asistida, puede hacerlo. «La búsqueda de un posible punto de equilibrio diferente entre las necesidades contrapuestas en juego sólo puede ser responsabilidad del legislador».

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