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Las computadoras cuánticas aprovechan la alucinante probabilidad de que las partículas subatómicas existan en múltiples estados simultáneamente, creando procesadores ultrapotentes capaces de realizar múltiples cálculos a la vez. O al menos, esa es la teoría. Las computadoras cuánticas de propósito general siguen siendo una fantasía.
Esta semana, IBM intentó trazar una hoja de ruta para la aplicación práctica de la computación cuántica, afirmando que podría proporcionar cálculos sin errores para finales de la década. De ser cierto, podría impulsar la inversión en el sector.
El año pasado, las nuevas empresas cuánticas globales recibieron 2.350 millones de dólares en financiación, según datos de McKinsey. Aunque fue un récord, fue solo una fracción del total recaudado en 2021. También hubo una desaceleración en las nuevas empresas cuánticas. El número de fundadas en 2022 fue la mitad que el año anterior.
Las grandes empresas tecnológicas siguen invirtiendo en investigación y desarrollo. Junto con IBM, Amazon y Google están trabajando en la computación cuántica. En China, Baidu está invirtiendo en investigación cuántica. Pero Alibaba ha optado por cerrar su propio laboratorio de computación cuántica en un intento de reducir costos.
Los posibles casos de uso de la computación cuántica se extienden a cualquier área en la que las velocidades de procesamiento ultrarrápidas puedan ayudar, desde el descubrimiento de fármacos hasta la eficiencia energética. Existe la preocupación de que pueda desentrañar el cifrado digital. Algunas empresas están intentando integrar la investigación en el mundo real. IonQ está trabajando con empresas como Hyundai.
El punto conflictivo son los errores. Los componentes básicos de la computación cuántica son los bits cuánticos, también conocidos como qubits. IBM está desarrollando un nuevo chip que tendrá 1.121 qubits. A modo de comparación, el procesador de Baidu tiene 10. Pero muchos qubits no garantizan la precisión. Mantener estados cuánticos inestables durante el tiempo suficiente para que sean útiles es una tarea costosa. En Vancouver, Photonic recaudó recientemente 100 millones de dólares de inversores, incluido Microsoft, para impulsar sus esfuerzos por construir una computadora cuántica “tolerante a fallos”. La magnitud del desafío puede ser responsable de la desaceleración del crecimiento de las empresas emergentes.
Si el cronograma de IBM es exacto, eso podría cambiar, dando a los inversionistas de nueva creación la confianza de que las salidas son posibles en el futuro cercano. Puede que IBM sea líder en el sector, pero avanza lentamente. Su incapacidad para comercializar sus primeras investigaciones sobre inteligencia artificial sugiere que hay mucho espacio para competidores en el ámbito cuántico.
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