El mal café, las filas de escritorios monótonos y la acústica de un gallinero no ayudan a que los trabajadores a domicilio vuelvan a la oficina. ¿Cómo pueden los lugares de trabajo volver a ser atractivos? Arquitectos famosos están trabajando en una solución. «Tenemos que diseñar para las personas, porque ‘una talla única’ ya no funciona».
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