La estufa de la iglesia católica de Erica se ha averiado. Reparar o uno nuevo no es una opción. Sin embargo, los feligreses no tienen por qué temer una fría celebración navideña. El consejo parroquial encuentra una solución.
“El sistema de calefacción tenía muchos años. Luego finalmente se estropea”, explica el pastor Peter Stiekema de la Iglesia de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción.
La reparación no es una opción. Y tampoco es fácil conseguir un nuevo CV. “Un modelo tan grande no se encuentra en el stock de los instaladores”, afirma Stiekema. Además, también tiene un precio elevado: se necesitan 110.000 euros para una nueva instalación.
Asequible y sostenible
Por eso el consejo parroquial tiene que buscar una solución asequible. “Y tenemos que dejar de acelerar. Por eso, al mismo tiempo tenemos que buscar una forma sostenible de calentar la iglesia”, explica Stiekema.
Podría ser que pronto veamos paneles solares en el techo del edificio histórico. También son posibles paneles de infrarrojos, bomba de calor y calefacción por suelo radiante. Los expertos considerarán una opción adecuada en un futuro próximo.
Preocúpate por más tarde
Esas opciones no serán baratas. “Pero esas son preocupaciones para más adelante. No podemos hacerlo todo a la vez, por eso vamos paso a paso”, concluye Stiekema.
Si este invierno hiela mucho, Stiekema no prevé ningún problema para el inventario de la iglesia. “No inmediatamente”, dice. “Antes no había calentadores en las iglesias. Se trata principalmente de las personas que necesitan ser calentadas”.
Navidad cálida
Mientras tanto, el consejo parroquial ha encontrado una solución antes de Navidad. Los calentadores móviles deben calentar la iglesia para que las personas que asisten a las celebraciones todavía estén calientes. Posteriormente, el salón parroquial sirve de refugio temporal para las celebraciones.