Brobbey, de la fuga al regreso triunfal al Ajax: la historia del "pequeño lukaku"

La idea del «pequeño Lukaku» de seguir los pasos de Haaland, utilizando a la selección alemana como trampolín para futuras ambiciones, fracasó. Y así Brobbey volvió al Ajax del que había huido a cero hace ni siquiera un año.

La idea del «pequeño Lukaku» de seguir los pasos de Haaland, utilizando el Leipzig como trampolín para futuras ambiciones, fracasó a los pocos meses. Y Brian Brobbey llegó a casa. El futbolista holandés, que el pasado verano había optado por dejar el Ajax a título gratuito para llegar a Alemania, no encontraba su hábitat natural en la Bundesliga y por ello prefirió volver a encarrilarse, justo en el club que le lanzó. Préstamo seco sin opción de redención. Luego, al final de la temporada, volvemos a hablar de ello. Y ya que es hora de hacerlo, la idea, como explica COMOes no irse nunca.

AMBICIONES – En Holanda estaban dispuestos a apostar por Brobbbey. Debut y gol en la Eredivise en el partido ante el Fortuna Sittard a los ocho minutos de juego. En el desafío ante el Lille en la Europa League había concedido un bis y confirmado las cosas buenas que se decían de él. Un poco de Lukaku. Potente, muy estructurado, ágil y rápido. Ideal para el juego de Leipzig. La idea fascina y no poco a Brobbey, que rechaza cualquier propuesta de renovación y deja a los lanceros en libertad. Al llegar a Alemania, con la perspectiva de jugar en un ambiente joven, se da cuenta de que todo ha cambiado. No encuentra a Nagelsmann, no engrana con Marsch y su aporte se vuelve insignificante. Sin goles en 124′, repartidos en 9 partidos.

FUTURO – Detrás del frente, entonces. Una elección sensacional, pero no del todo inesperada porque desde las primeras semanas tras la despedida de Nagelsmann del Leipzig el chico ya parecía a punto de volver sobre sus pasos precisamente por el cambio de entrenador en el banquillo. En Holanda encuentra un «gymnasium» de entrenamiento como la Eredivise y cuando necesita reemplazar a Haller, ausente para la Copa de África, ciertamente no se deja rezar por él. De hecho, en su segunda experiencia en el Ajax, la promoción 2002 está marcando de manera continua, con cinco goles en nueve partidos ligueros, uno cada 57 minutos, algunos de ellos decisivos para el título, que ahora está muy cerca. Suficiente para soñar con quedarse: «Sería genial que el Ajax pudiera comprarme». Sin embargo, esta no es una pregunta muy simple. Mientras tanto, porque ahora el premio será el Leipzig, dueño de la etiqueta. Y luego porque la traición del verano pasado aún no se ha olvidado por completo. Pero quién sabe si la parábola del hijo pródigo no ve una nueva representación en las partes de Amsterdam…



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