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Boris Johnson dijo que “lamentaba el dolor y la pérdida” sufridas por las víctimas de Covid-19 cuando comenzó a prestar testimonio en la investigación pública sobre el manejo de la pandemia por parte de su gobierno.
El ex primer ministro del Reino Unido, que ha sido objeto de acusaciones perjudiciales por parte de ex funcionarios y ministros, dijo el miércoles que entendía la ira del público.
“¿Puedo simplemente decir lo contento que estoy de estar en esta investigación y lo mucho que lamento el dolor, la pérdida y el sufrimiento de las víctimas de Covid”, dijo Johnson, quien ocupó el cargo entre 2019 y 2022.
Antes de que Johnson comenzara a declarar, la presidenta de la investigación, la baronesa Heather Hallett, expresó su preocupación por los informes de prensa de los últimos días que detallaban el contenido de su declaración testimonial y cuáles serían sus pruebas.
«Hasta que se llame a un testigo y comparezca en una audiencia, o la investigación publique la declaración del testigo, se supone que será confidencial entre el testigo, la investigación y los participantes principales», dijo Hallett.
«No respetar la confidencialidad socava la capacidad de la investigación para realizar su trabajo de manera justa, efectiva e independiente», añadió.
Cuando Johnson comenzó a declarar, se pidió a los ujieres de la investigación que retiraran a un miembro del público que se negaba a sentarse.
La investigación está examinando la respuesta del gobierno a Covid, incluida la preparación del Reino Unido y la toma de decisiones de alto nivel, y se prolongará hasta el verano de 2026. Se espera que el primer ministro Rishi Sunak comparezca antes de finales de este año.
Desde que comenzó su segundo módulo, que cubre la “toma de decisiones políticas y administrativas básicas”, en octubre, varios ex altos funcionarios han criticado duramente el liderazgo de Johnson en pruebas orales y escritas.
Lee Cain, exjefe de comunicaciones de Downing Street, dijo que Johnson había “oscilado” en decisiones clave y que “tomaría una decisión de la última persona en la sala”.
Dominic Cummings, ex asesor principal de Johnson, lo describió como un “carrito de compras”.
Helen MacNamara, subsecretaria del gabinete entre 2020 y 2021, dijo el mes pasado que su Número 10 era “tóxico”, “macho” y “contaminado por el ego”.