La talk box se convirtió en una bendición para las presentaciones en vivo de muchas bandas y músicos en los años 70.
El ingeniero de sonido Bob Heil, mejor conocido por inventar el dispositivo de efectos Talk-Box, murió el 28 de febrero a la edad de 83 años.
Como informa Belleville News-Democrat, Heil murió después de luchar contra el cáncer en Belleville, Illinois. Dejó un legado que incluye el avance de los sistemas de sonido de conciertos en vivo, la afinación y el mantenimiento de órganos de tubos, la radioafición y el funcionamiento de una tienda de música.
Innovación para la industria musical
El uso del talk box recibió mayor atención por primera vez en el álbum FRAMPTON COMES ALIVE de Peter Frampton de 1976. Tras la triste noticia, el músico de rock también dijo: “Lamento mucho la pérdida de mi viejo amigo Bob Heil. Un músico e inventor especial…”
Frampton describió la máquina de efectos como “un regalo muy importante” que recibió en la Navidad de 1974, y añadió: “Nunca podré agradecerle lo suficiente a Bob. Descansa en paz amigo mío.”
Joe Walsh, para quien se desarrolló el dispositivo en 1973, recordó: “Bob fue un solucionador de problemas incansable, un mentor para mí y una guía en mi viaje con la guitarra, era nuestro mago del Medio Oeste. También fue mi amigo durante más de 50 años”.
Aquí hay un vídeo sobre el cuadro de conversación:
Talk-Box facilitó las giras de las bandas
El ingeniero de sonido Bob Heil fue un importante asesor para muchos músicos. Cuenta la leyenda que acudió en ayuda de Grateful Dead en 1970 cuando necesitaban un sistema de sonido para un concierto en St. Louis. La banda quedó tan impresionada por el potente sistema de Heil que lo invitaron a hacer una gira con ellos.
Al año siguiente realizó servicios similares para The Who, Joe Walsh y Jeff Beck y pronto se vio incapaz de escapar de las órdenes.
El propio Heil habló sobre su carrera en una entrevista de 2008 con “Tape Op”: “Empecé en 1955 como organista de tubos en el Fox Theatre de St. Louis. Tuve la suerte de aprender a entonar y afinar el órgano de tubos cuando era adolescente. Ahí también aprendí a escuchar: escuchar es un verdadero arte”.
También informó que la radioafición fue su “primer amor” y que un micrófono que desarrolló para ese pasatiempo era tan bueno que su amigo y colega Joe Walsh lo usó en el escenario. Esto creó una nueva línea de negocio.