De Feestewerp tiene sus orígenes a finales del siglo XIX, cuando la feria anual atraía a mucha gente. A continuación, los visitantes trajeron pan de especias para la gente de casa. La procesión tal como la conocemos hoy es una tradición desde 1958 y se organiza cada dos años. “Llevamos dos años pensando qué vamos a hacer y preparándolo todo con nuestras estupendas actividades en el patio de recreo. Lo que más me gusta es que nuestro grupo tiene la oportunidad de volver a juntarse, fuera del trabajo, y eso lo hace mil veces más divertido”, afirman Fien Massiaen y Maya Deman. Son algunos de los figurantes durante la procesión.
Alrededor de 10.000 visitantes observaron la procesión y trataron de conseguir trozos de pan de jengibre.