La carrera final tomó un día más de lo esperado, pero al final llegó la firma del preacuerdo del contrato 2019/2021 para los 430 mil empleados de Regiones y corporaciones locales. La primera consecuencia es que ahora el texto puede embarcarse para las comprobaciones en el Tribunal de Cuentas y en el Consejo de Ministros con la esperanza de alcanzar el visto bueno definitivo a tiempo para las nóminas de fin de año. En cuanto a los incrementos del cuadro, van desde los 56,1 € brutos mensuales previstos para el escalón jerárquico inferior hasta los 102,5 indicados para el superior. El incremento medio mensual contando también los recursos para reglamentos y complementos salariales, según la función pública, es de 117,53 euros.
Sobre la base de estos números es posible estimar los atrasos: un único entre poco más de 1.500 euros y poco menos de 2.800 euros brutos, dependiendo de la posición del empleado individual. “La revolución de la obra pública está en pleno apogeo”, comenta el ministro de la AP Renato Brunetta agradeciendo al presidente Aran Antonio Naddeo por el resultado. “Un acto de justicia hacia los empleados municipales”, relanza el presidente Anci Antonio Decaro.
Los últimos días de negociación entre Aran y los sindicatos se han visto complicados por una serie de cuestiones que sin duda tienen una importancia práctica considerable, pero en conjunto poca audiencia dentro del sector más articulado de toda la administración pública. El último esfuerzo se ha enfrentado a un tema que desde hace 20 años ha comprometido conflictos laborales en las autoridades locales, esto es, el reconocimiento del feriado al personal que ya percibe el bono de turno en los casos en que el turno cae en un día marcado en rojo en el calendario. .
El penúltimo escollo, sobre el que la negociación se arriesgaba de forma al menos aparentemente grave a dar un salto hacia un aplazamiento en otoño que hubiera aplazado la llegada de aumentos y atrasos al año próximo, lo representaba la organización del personal docente de las escuelas municipales. . Allí, con el tiempo, había madurado una contradicción entre la evolución normativa que exige un título y las reglas sobre la clasificación que llevan a los empleados a ingresar en la categoría C, aquella para la que se necesita un título. Con el nuevo contrato, los accesos serán por la zona de “Oficiales y alta cualificación”, nueva denominación de la actual categoría D, y habrá un carril preferente temporal de ascenso (con procedimientos selectivos) en la zona superior antes de la dirección para los que ahora están en la categoría C (sujeto a agotamiento).
Al fin y al cabo, como también sucedió en las autoridades locales, para toda la plantilla habrá un periodo transitorio, hasta finales de 2025, en el que se podrá subir de nivel incluso sin tener la titulación exigida para la zona de llegada.