Autoincentivos, de la ampliación a empresas a la prórroga por entregas: el Gobierno está abierto a cambios


Tras el lanzamiento de los incentivos a los coches ecológicos, el ministro de Desarrollo Económico, Giancarlo Giorgetti, los relanzó con una ampliación de las ayudas estatales a las empresas, actualmente excluidas, y con la ampliación de los plazos de entrega de coches que impone la ley.

Giorgetti: decreto perfectible

Hablando en el Día del Concesionario de Automóviles, en curso en Verona, el ministro aclaró a toda la cadena de suministro automotriz, que en los últimos meses ha presionado al gobierno no solo para iniciar ayudas sino también para obtener un plan amplio para reactivar todo el sector, que la disposición, publicada en el Boletín Oficial el lunes 16 de mayo tras «una larga gestación», es «perfectible».

Apertura a las empresas

El primer punto sobre el que Anfia, Unrae y Federauto recordaron al titular de Fomento Económico es haber dejado fuera a las empresas. «Las personas jurídicas son las mayores compradoras de automóviles -subrayó Michele Crisci, presidente de Unrae- y las que más mueven el mercado. Pero también los más acosados. No solo por la imposibilidad de descargar el IVA como ocurre en el resto de Europa, sino también porque no pueden contar con incentivos». Sobre la apertura a las empresas, Giorgetti dijo que era una posibilidad «siempre y cuando el ministro de Economía, Franco, nos ayude a encontrar una salida». El verdadero tema candente es la transición ecológica, con incentivos diseñados específicamente – subrayó el ministro – para permitir que las familias menos favorecidas cambien los viejos coches Euro 4 por motores más ecológicos.

El punto de la cadena de suministro, en el tema, es la ausencia de incentivos para la compra de autos usados ​​de nueva generación, como los abandonados por los parques de la empresa, pero aún perfectamente eficientes. Giorgetti llamó «atención en querer continuar con la transición sin considerar la sostenibilidad económica y social», lo que a la larga puede provocar un «desastre político». Y reivindicó la apertura de la gigafábrica de Termoli como un éxito frente al drama ocupacional.

El plazo de 180 días entre el pedido y la entrega

La hemorragia de matriculaciones ve unidos a la cadena de suministro y al gobierno por la falta de ingresos, por un lado, y de ingresos, por el otro: de los 1,9 millones de coches matriculados en 2019, de hecho, se ha desplomado a 1,4 millones. Y los incentivos corren el riesgo de ser demasiado restrictivos, porque demoran un máximo de 180 días entre el pedido y la entrega. “Muy pocos -señaló Crisci- porque nos cuesta llenar las plazas”. También sobre esto, abrió Giorgetti. “Lo importante ahora era salir -dijo- y para los plazos siempre hay prórrogas: el Gobierno es consciente de las dificultades por la guerra y la crisis de los chips”.



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