Las transiciones verdes y digitales no deben perjudicar a las empresas
En cuanto a la doble transición ecológica y digital, «supone una auténtica revolución de época, un reto que, sin embargo, tendrá unos costes que no hay que subestimar, no será una cena de gala, como suelo repetir. Y todos están llamados a hacer su parte”. «El impacto de esta revolución – advirtió el ministro – no debe ser perjudicial para las empresas, no debe recaer sobre la excelencia de nuestro Made in Italy. Todos temas sobre los que las conversaciones con Europa están abiertas, como demuestra, por ejemplo, la batalla que estamos librando, en el ámbito de la automoción, sobre la transición a Euro 7 y los motores eléctricos». Además, en opinión de Urso, “es impensable que la transición ecológica y energética, el paso de los combustibles fósiles a las renovables, transforme a Europa en una nueva dependencia que traslade el peso del gas ruso a las tecnologías verdes chinas”.
Urso: sobre Via della Seta se pronuncia en las próximas semanas
«El Gobierno en su conjunto se pronunciará sobre la Ruta de la Seda en las próximas semanas. Pero la estrella guía por la que nos moveremos será la de reducir los riesgos políticos y aumentar las oportunidades comerciales”, agregó el Ministro de Empresa y Made in Italy. “China es y sigue siendo un importante socio comercial -observó Urso- pero no es nuestro mayor socio: señalo que Italia exporta más a Austria que a China”. Luego, añadió el ministro, “otro dato que hay que tener en cuenta es que nuestra balanza comercial ha empeorado desde que se firmó el acuerdo político de la Ruta de la Seda y en julio, en términos anuales, las exportaciones cayeron un 6,7%, mientras que nuestras otras socios como Francia y Alemania -concluyó- han seguido haciendo negocios aún sin haber firmado acuerdos estratégicos con China”
Realice la ‘Transición 5.0’ para la innovación de la industria
Por último, la necesidad de racionalizar todos los incentivos a las empresas para garantizar que puedan hacer planificación. “Las empresas -dice el ministro- necesitan una reforma integral de los recursos de los que pueden disponer para invertir y crecer desde un punto de vista innovador”. «Uno de nuestros objetivos -añade- es la creación de un importante Plan de Transición 5.0, que permita a las empresas, precisamente a través de un mecanismo de créditos fiscales, acelerar en el camino de la innovación apalancando la tecnología, la sostenibilidad digital, la formación y la instrumentación». Pues bien, los beneficios fiscales y el direccionamiento de estos hacia las empresas de mayor impacto tecnológico (chips, aeroespacial, high-tech clean tech). Además, en el decreto de activos estratégicos aprobado en la última sesión del MDL «destinamos 700 millones de euros para investigación e inversiones en microelectrónica. Pero junto a estas herramientas, también necesitamos un fondo soberano europeo capaz de acelerar la doble transición, verde y digital, que es el marco en el que tendrá que desarrollarse el paradigma de la Industria 5.0».
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