«No al aumento de los impuestos especiales sobre el diésel. Sería un golpe de 3.100 millones de euros a los automovilistas”. Así lo afirmó Assoutenti, que rechazó la hipótesis de aumentar los impuestos especiales sobre el gasóleo prevista en el Plan Presupuestario Estructural que estudia el Gobierno. «De cada litro de gasóleo adquirido por los automovilistas italianos – explica Assoutenti – el 56,1%, equivalente a 0,91 euros por litro a precios actuales, se destina al IVA y a los impuestos especiales. La situación es aún peor en el caso de la gasolina, donde la tributación pesa el 59,8%, es decir, 1,04 euros por cada litro de combustible verde”.
«Sólo en 2023, los italianos pagaron un total de 38 mil millones de euros debido a los impuestos (IVA e impuestos especiales) sobre los combustibles vendidos en Italia – explica el presidente Gabriele Melluso – Hoy el impuesto especial sobre la gasolina equivale a 0,728 euros por litro, el de diésel a 0,617 euros/litro: una posible adaptación de los impuestos especiales sobre el diésel al nivel de los vigentes sobre la gasolina incrementaría el precio en las distribuidoras y equivaldría a un desembolso mayor de 5,5 euros a pleno rendimiento, lo que supondría un golpe total sobre los automovilistas en 3.100 millones de euros al año, si el consumo de diésel se mantuviera en los niveles de 2023″.
«Reiteramos una vez más cómo, aparte de la especulación sobre los precios en las distribuidoras que se registran en algunos períodos del año, el gobierno debe intervenir en el frente de la fiscalidad de los combustibles aplicando impuestos especiales sobre los móviles capaces de compensar los aumentos de los precios industriales mediante una reducción de la carga fiscal”, concluye el presidente Gabriele Melluso.