Como aficionado judío del Ajax, esperaba con especial ilusión el partido entre el Ajax y el Maccabi Tel Aviv, para el que había comprado entradas. “El ambiente en el estadio era agradable”, comenta en conversación con NH Nieuws. E incluso cuando regresó a casa (vive en el centro de Amsterdam) poco sucedía.
“Pero después de que se fueron los antidisturbios, vi en las redes sociales los vídeos que todos hemos visto hasta ahora. Luego, poco a poco, caí en una especie de shock y empecé a llamar mucho. Al final me puse en contacto con unas cincuenta personas, desde hoteles hasta Schiphol y llevado a otros hoteles.”
Hombres temblando y llorando
Víctor no vio la violencia con sus propios ojos, pero el miedo entre los seguidores era aún mayor, afirma. “Madres con niños pequeños, hombres temblando y llorando que no se atrevían a salir del vestíbulo del hotel. Incluso llevé a Schiphol a un hombre con una herida en la mano. Quería tomar el primer vuelo a Israel, pero no se atrevió a ir. al hospital aquí.” .”