Por Isabel Panqueque
Cada mes, los berlineses deducen el 3,4 por ciento (el cuatro por ciento para los que no tienen hijos) de sus ingresos brutos al fondo de cuidados de enfermería. ¿Pero es eso suficiente para una buena atención en la vejez?
Cualquier persona que quiera recibir cuidados en casa recibirá 125 euros al mes de ayuda del fondo de cuidados de enfermería, independientemente del nivel de atención. Esto se puede utilizar para solicitar un servicio de enfermería, pagarle a un cuidador para que salga a caminar y lea en voz alta, o para pagar una guardería.
Una plaza en una residencia de ancianos cuesta entre 2.000 y 2.500 euros al mes. El seguro de cuidados cubre los costes de cuidados y manutención. Dado que el seguro de cuidados es sólo un tipo de seguro a todo riesgo parcial, no todo está pagado.
El resto debe ser pagado por la propia persona que necesita cuidados, sus familiares o la oficina de bienestar social. En teoría, la brecha se puede cerrar con un seguro adicional para cuidados de enfermería.
Tienes que cubrir tú mismo el coste total del alojamiento y las comidas. Pero en caso de emergencia también puede intervenir la oficina de bienestar social. Sin embargo, si quieres vivir como un príncipe, por ejemplo en una habitación cómoda, lo pagarás tú mismo.
En principio, sin embargo, se aplica lo siguiente: “Tiene sentido pensar en los cuidados en días relativamente saludables”, dice Andrea Didszun (42), consultora y directora de la base de cuidados en Pankow. Conviene buscar vivienda con antelación porque las listas de espera son largas.
Según Didszun, los berlineses esperan hasta un año y medio para tener la residencia de ancianos de sus sueños.