La reunión, previamente convocada por el Papa como parte de esfuerzos de reforma más amplios para hacer que la iglesia sea más inclusiva, terminó con la aprobación de un texto de 42 páginas que será discutido en una segunda sesión el próximo año. Aunque las propuestas no son vinculantes, el texto enfatiza que es “urgente” darle a las mujeres un mayor papel en la toma de decisiones de la iglesia y en puestos de responsabilidad dentro de la iglesia.
Sin embargo, la reunión no abordó llamados específicos para dar la bienvenida a los católicos LGBTQ+, a pesar de las propuestas previas del Papa Francisco a esta comunidad. Además, se ha llegado a un acuerdo sobre nuevas investigaciones sobre los abusos sexuales del clero y la supervisión de los obispos que puedan estar involucrados en tales casos. También se está considerando la posibilidad de revisar el derecho canónico. La reunión fue histórica al otorgar a los laicos el derecho al voto, aunque algunos cuestionan la legitimidad de la reunión, que tradicionalmente estaba destinada a los obispos.