“Sy el trabajo en equipo en un barco funciona, no es por casualidad: el barco es un espacio donde todos aportan su experiencia, sus fortalezas y debilidades, y deben comprometerse con un objetivo común. Como en la oficina”, explican Ilaria Colleoni y Martina Cavallo, expertas en team building de la empresa. Peploque descansa sobre la plataforma de alquiler de barcos Sailogía por sus actividades. “La diferencia, respecto al entorno laboral, es que el barco es un espacio inclusivo, libre de prejuicios, con reglas muy estrictas pero con muchos márgenes de libertad”.
La oficina es como un barco, la metáfora funciona
Por esta razón, la metáfora de la navegación es perfecta para comprender más la dinámica interna de cualquier oficina. centrándose en los problemas críticos entre los “tipos” de colegas y cualquier alquimia positiva inimaginable. ¿Por ejemplo? “En el barco, comprendes de inmediato el valor de la colaboración, un valor que en la oficina, en cambio, a menudo se filtra por jerarquías y gustos o disgustos: el líder que, al timón, da órdenes sin escuchar realmente a quien está detrás de las velas, gobernará un barco estacionario»Continúa Ilaria.
Nuevamente: el barco impone restricciones obvias y nadie pensaría en perder el tiempo cuestionándolas. El viento, las olas, la tempestad y la calma son hechos que como tales hay que afrontar, buscando serenamente caminos alternativos para superarlos.. Casi nunca vivimos así en la oficina: nos quejamos, de hecho, y nos desesperamos por lo que no va bien. Perder la oportunidad de encontrar nuevos recursos para lograr el objetivo marcado, si no uno más ambicioso.
Aquí pues, con el consejo de los expertos, el identikit de los 5 compañeros en el que todos, tarde o temprano, se han podido encontrar, con los puntos fuertes y débiles sobre los que merece la pena trabajar.
el ansioso
El mar, como el trabajo, es impredecible. Al enfrentarse al trabajo como el mar, la persona ansiosa tiene fortalezas: suele ser el preciso, el que controla todouna vez más, y encuentre el error. Pero corre el riesgo de entrar en pánico.. El barco puede enseñarte el valor de metodo para ganar tranquilidad: los procedimientos de navegación son simples una vez entendidos. Para una persona ansiosa, significa que basta con desarrollar un procedimiento mental claro, repitiendo los pasos fundamentales en la cabeza, para llegar a la meta.
¿Consejos para el líder que trata con los ansiosos? Para que funcione bien, es necesario aclarar con antelación los tiempos en los que se realizarán determinadas operaciones y tranquilícelo más a menudo sobre la fluidez de su trabajo.
el desorganizado
Es el colega que siempre llega tarde, casi siempre se olvida de algo y siempre intenta conseguir ayuda, a veces exagerando en los pedidos. Con frecuencia lo que le falta, y que se hará evidente en el barco, es sentido de la responsabilidad hacia los demás que le lleve a contribuir provechosamente y sin perder tiempo al bien común. Pero también tiene puntos fuertes: es el colega quien suele añadir un toque de creatividad incluso en el trabajo más rutinario. Como no tiene un método, hace todo diferente cada vez. Pero esto puede ser bueno: la mejor manera de aprender realmente algo es hacerlo de otra manera.
En un entorno empresarial, esta creatividad puede no ser entendida ni apreciada, ya que proviene de una persona que parece querer evitar las tareas rutinarias. El barco es un espacio lúdico, pero serio, en el que los esquemas fallan, y también se pueden descubrir recursos de este tipo.
El líder súper exigente
Cada equipo tiene un líder y, todo líder que se precie quiere que sus colaboradores trabajen de la mejor manera posible, a veces sin tener en cuenta los ritmos y métodos de funcionamiento de cada uno. Ciertamente es necesario conducir a un grupo hacia el logro de los objetivos, pero, a veces, se corre el riesgo de ejercer una presión exagerada sobre los demás y exigir demasiado, en poco tiempo. El rigor y el respeto de las normas son sus puntos fuertes, incluso en un barco, para un buen desempeño. Él tiene habilidades de visión, por lo general, y por lo tanto, es el primero en comprender el valor de un cambio funcional. Pero sin la mejora de todos los miembros del equipo, el objetivo no se logrará..
Por lo tanto, sus palabras guía deben ser la escucha, la empatía y el respeto por las diferencias.
El competitivo, en la oficina y en el barco
Está presente en todos los equipos: es el que desde fuera parece estar compitiendo por ganar el Mundial, el que siempre se siente superior y vive cada resultado como una victoria increíble. La sensación de desafío es, por supuesto, un punto fuerte. Pero no debe convertirse en una carrera entre miembros de la misma tripulación que, por el contrario, tienen todos el mismo objetivo. En el barco o en la oficina, tendrá que aprender a cuestionar su forma de afrontar el reto: para ir más rápido y ganar, puede ser necesario ir más lento y virar. Y tal vez confiar en un colega que encuentre una táctica diferente a la ruta más corta.
el perfeccionista
Es el más puntual, preciso y exigente, no pierde el ritmo. Sin embargo, él también debe trabajar sobre el tema del papel: en una oficina como en un barco, es de fundamental importancia tener un rol, una tarea propia que se respete y en la que concentrarse, sin invadir los espacios de los demás, para poder, junto con todo el grupo, lograr el objetivo. El perfeccionista aprenderá a centrarse en lo que es verdaderamente importante para el bien común, sin centrarse en detalles innecesarios.
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