C.Soy unos hombres que entienden casi de inmediato si una mujer está interesada en ellos o no.
Y hay otros hombres, más centrados en sí mismos que en los que les rodean, que confunden la exuberancia femenina, las ganas de vivir, las ganas de conversar, de salir, de sonreír, con el interés por su propia persona.
Es un malentendido que en la normalidad de la vida ordinaria se pueda generar a lo sumo alguna figura fea; y aquí también los hombres son diferentes entre si, los hay a los que no les importa ser rechazados y los que quedan muy mal (Recuerdo a un amigo de su juventud: se pasaba todas las tardes retorciéndose frente a las chicas de la discoteca; casi todas le daban la espalda, lo que lo dejaba completamente indiferente; también porque uno que también empezaba a retorcerse siempre encontraba ella, y en ese momento él había dado vuelta a la noche).
A veces, sin embargo, el malentendido de confundir exuberancia con disponibilidad sexual trasciende en agresión y violencia.. Y en esto debemos ser muy firmes, tanto en los tribunales como en la discusión pública: un no es un no, pronunciado en cualquier circunstancia, incluso en la más íntima.
La seducción no siempre es un encuentro, a veces es una voluntad la que prevalece sobre otra, y aquí entran en juego los matices que son la complejidad de la vida, pero -mejor repito- un no es siempre un no.
Entonces, por supuesto, mejor andar a tientas para evitar la intimidad cuando no estás seguro. Pero en serio el hombre narcisista debe tener cuidado de no confundir y no confundir una velada alegre con el comienzo de una historia de amor. Tal vez sea el momento en que realmente comience la historia de amor.
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