Al igual que para los humanos, también para los perros: incluso los de cuatro patas tienen que enfrentarse a la adolescencia, un período lleno de transformaciones hormonales, emocionales y psicológicas. Pero cuanto mayor es la confianza en la figura adulta de referencia, mejor el equilibrio, menor la rebeldía. ¿Suena familiar? Asesoramiento veterinario para "perros adolescentes" bajo control


LAinestabilidad conductual, incomodidad y confusión. Irritabilidad y hormonas disparadas. ¿Qué sucede en la fase difícil deadolescencia, puede afectar la vida adulta, las relaciones familiares y similares. No, no estamos hablando de adolescentes bípedos sino de cuadrúpedos. Bueno, sí, incluso el perro pasa por la misma fase de transición crítica por la que pasamos nosotros. Así que aquí tienes una pequeña guía para ayudarle a atravesar este período con la mayor serenidad posible.

“Perros adolescentes” como adolescentes humanos, según estudio

Al igual que en los niños, incluso en los perros, la transición a la edad reproductiva y adulta trae consigo un aumento de los conflictos, hacia la figura de referencia: como los niños desobedecen a sus padres, así las cuatro patas desobedecen a sus amos. No solo eso: al igual que los cachorros humanos, los cachorros de perro más inquietos entran antes en la pubertad y tienen más conflictos durante la adolescencia.

La cuestión ha sido investigada por un grupo de investigadores británicos (dirigidos por Lucy Asher, de la Facultad de Ciencias Naturales y Ambientales de la Universidad de Newcastle). Suyo estudio sobre “perros adolescentes”, publicado en letras de biologiaconcluyó que durante la pubertad y la adolescencia (es decir, generalmente entre los seis y los nueve meses de edad) incluso los perros pasan por una fase de desobediencia hacia sus humanos de referencia e indolencia general. Pero la intensidad de esta rebelión depende del tipo de relación y del nivel de apego entre perro y dueño: cuanto mayor es la confianza hacia la figura de referencia, mayor es la serenidad y el equilibrio del adolescente, episodios menores de desobediencia. ¿Suena familiar?

Guía de la adolescencia… ¡del perro!

«La adolescencia es un período muy intenso, cuya agitación afecta a la esfera emocional, cognitiva y hormonal del crecimiento», explica Sabrina Giussani, veterinaria experta en comportamiento y expresidenta de SISCA (Sociedad Italiana de Ciencias del Comportamiento Animal). «Al principio hablamos de la pubertad, determinada por una pico hormonal que en las hembras se manifiesta con el celo, mientras que en los machos con una particular receptividad al celo de las hembras».

Luego viene el maduración social. Tras las hormonas, es decir, la fase de transformación, una experiencia emocional y cognitiva que, bien gestionada, gracias al bagaje de habilidades adquiridas, define la personalidad del perro adulto. Su capacidad para afrontar el día a día de la mejor manera posible, pero también situaciones excepcionales como viajes o mudanzas.

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¿A qué edad comienza la adolescencia en los perros y cuánto dura?

Al igual que con los humanos, la adolescencia tampoco llega en un momento preciso para los perros. Dependiendo del individuo, el momento de desarrollo puede comenzar antes o después del promedio.

Algunas pistas sobre el momento de su creación provienen de la recompensa. A perro pequeño pronto se convierte en un adolescente. Por ejemplo, un chihuahua tiene tiempos de crecimiento más rápidos y podría entrar en la fase adolescente ya en el quinto mes de vida. Por el contrario, un gran danés podría tardar hasta un año.

No hace falta decir que la duración también se hace a medida, en función del tamaño: para perros pequeños estamos hablando de unos pocos meses, mientras que para los mayores puede tardar hasta dos años y medio.

Síntomas de la adolescencia canina

No todos los perros viven la adolescencia con la misma intensidad pero, por lo general, en este período más o menos todos se muestran recalcitrantes ante los estímulos que se les ofrecen. ¿P.ej? No obedecen las órdenes, se niegan a continuar su camino en una dirección determinada, se oponen a toda regla. «Es la era del enfrentamiento, de la prueba, de romper moldes para explorar los propios límites. Con frecuencia, en esta fase las dificultades que creíamos superadas en los primeros meses resurgen de forma explosiva» explica Giussani. «Durante la adolescencia todos los nudos llegan a un punto crítico: en este período se pone a prueba la capacidad de gestión de las emociones adquirida durante la fase de socialización de los primeros meses».

Si tu perro tuvo dificultades emocionales cuando era cachorro, estas pueden empeorar durante la adolescencia. Por ejemplo: ¿ha desarrollado un sentimiento de miedo y agitación hacia personas que no conoce? Es probable que durante la adolescencia le ladras a todas las personas que conoces por primera vez. O bien, que te acercas a otros perros con exagerada bronca.

3 consejos para ayudar al perro-adolescente

Como en el caso de los adolescentes bípedos, la fase pasa. Pero puede pasar dejando más o menos secuelas. Dependiendo de cómo se comporte el dueño/padre. Para superar mejor esta fase, el veterinario sugiere algunos comportamientos.
1. Escuche y preste atención. Es fundamental prestar atención a todas las etapas de crecimiento de tu perro, y no solo a los primeros meses de socialización del cachorro, para identificar
conductas atípicas y manifestaciones repentinas de estrés. Si se ignoraran los síntomas de la adolescencia del perro, el riesgo inmediato sería perder rápidamente todo el progreso logrado.
2. No a la fuerza. Comunicarse correctamente con un perro que quiere seguir su propio camino puede ser estresante, pero nunca se debe usar la fuerza para transmitirle nuestras intenciones. Forzar al perro por la fuerza, por ejemplo, levantándolo o tirando de él con la correa, solo reforzaría su idea de que este es el sistema de comunicación correcto a utilizar, y lo repetiría con su referente humano en otras situaciones.
3. ¿Algún compromiso? Por qué no. En lugar de regañar a tu perro adolescente que, por ejemplo, no quiere girar a la izquierda, es mejor consentirlo unos metros en la dirección que ha elegido (y luego retroceder y girar a la izquierda).

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Ayuda de las feromonas

En momentos complicados de la vida del perro, como la adolescencia, también pueden ayudar feromonas En particular el «feromonas maternales”: son un mensaje químico olfativo que transmiten calma y serenidad en el perro. Es importante utilizar productos de feromonas como medida preventiva, por ejemplo, en forma de collar.

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