A pesar de las promesas del gobierno de Lula, la deforestación de la selva amazónica sigue aumentando

La deforestación en la selva amazónica de Brasil aumentó en marzo, convirtiendo los primeros 100 días de la administración Lula en uno de los peores trimestres registrados. Esto es según cifras oficiales.

Mediante monitoreo con imágenes satelitales, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) constató que 356 kilómetros cuadrados de bosque han sido destruidos en un mes en la parte brasileña de la mayor selva tropical del mundo. Eso es un aumento del 14 por ciento en comparación con marzo de 2022, el último año de Jair Bolsonaro (2019-2022), quien no obstante se autoproclamó ‘Capitán Motosierra’.

En el primer trimestre de 2023, la destrucción de la selva amazónica brasileña es la segunda más alta de la historia, con 844 km2, justo detrás de 2022 (941 km2).

“Los datos muestran que hay un escenario complejo por el debilitamiento del control en la región y el discurso pro-ilegal de los últimos años”, dijo Mariana Napolitano, jefa de conservación de la ONG WWF-Brasil. “Aunque el actual gobierno ha demostrado que se toma muy en serio el combate a la deforestación, llevará tiempo cambiar el escenario”.

En su primer día en el cargo, Lula firmó una gran cantidad de decretos, estableciendo un grupo de trabajo interministerial sobre deforestación y reactivando el Fondo Amazonía, una iniciativa financiada con donaciones extranjeras pero suspendida bajo la administración de Bolsonaro.

El gobierno de Lula enfrenta un dilema. Necesita financiamiento para reducir la deforestación, pero primero debe reducir la deforestación para generar confianza y atraer ese financiamiento.



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