En la ambiciosa serie de Netflix Zona de juegos humana Se cubren 24 deportes, desde las carreras de renos en Finlandia hasta la danza guerrera de capoeira en Brasil y la lucha con palos (“donga”) en Etiopía. Pero pregúntale a Idris Elba, el actor británico de lutero y El alambre a quien invariablemente se refiere como el nuevo -y primer negro- James Bond, cuál de esos deportes le gustaría más hacer, y habla de una vieja tradición de Friesland. ‘Me encantaría tener una explosión. Escalar el poste parece divertido y difícil. Y me gusta la historia de eso, de los granjeros que tienen que cruzar zanjas.
Elba (50) concede una entrevista telefónica el Volkskrant por su implicación en Patio de juegos humano. Es el primer documental producido en los Países Bajos que se puede ver en todo el mundo en Netflix. Elba es la productora ejecutiva y de voz en off de la serie de seis partes, que se filmó en 25 países. ¿Cómo se involucró en la iniciativa holandesa? “Me invitaron a ver el primer episodio e inmediatamente me encantó. Quería participar en una serie así, que muestra historias que no hemos visto antes. He aprendido mucho sobre las culturas.’
Zona de juegos humana representa la necesidad universal de deporte y juego. En el primer episodio se trata de la carrera ciclista París-Roubaix y la cámara sigue a la holandesa Ellen van Dijk. Ella comienza como una de las favoritas, pero cae con fuerza dos veces. Las imágenes que muestran sus llantas deslizándose y su cabeza con casco rebotando en los adoquines son terriblemente detalladas. Después pasa otro holandés: en el fierljeppen el ganadero Ysbrand Galama -‘Si tienes el récord holandés, también eres plusmarquista mundial’- tampoco cumple su papel favorito.
Muchos de los deportes presentados en Zona de juegos humana Las comunidades locales han practicado los pases durante siglos. Se presta mucha atención a las tradiciones y rituales. Por ejemplo, se puede ver cómo un abejorro chillón de los Betsileo, una etnia de Madagascar, es circuncidado, tras lo cual su abuelo le mete el prepucio en la boca y, con la ayuda de un plátano, se lo traga. A esto le sigue una semana ceremonial de deportes, como savika, una mezcla mortal de corridas de toros y rodeo, capturada con hermosas imágenes de drones. “Me pareció fascinante ver cuánto riesgo toman”, dice Elba. “En lugar de evitar al toro, se aferran a él”.
Los deportes en los que participa Elba tampoco están exentos de peligro. Además del fútbol, es un gran fanático del Arsenal, practica kickboxing. Hace cinco años, cuando tenía 44 años, debutó profesionalmente. Después de un año de preparación, durante el cual fue seguido por el documental Idris Elba: Luchador, se enfrentó al holandés Lionel Graves, más de diez años más joven. “Peleó en Mike’s Gym, un respetado gimnasio de kickboxing”, dice Elba. “Debido a ese documental, tenía tanto que perder que no estaba dispuesto a perder”. Noqueó a Graves en el primer asalto.
Elba, quien creció en Hackney, un barrio pobre de Londres, tiene su propio gimnasio de boxeo, que se puede ver en la transmisión de NPO 3. La escuela de lucha de Idris Elba. Ocho jóvenes de zonas deprimidas reciben tres meses de formación. Esta no es su única muestra de compromiso social: apoya la investigación del cáncer, está comprometido con la lucha contra el sida y, junto a su esposa, es embajador ante la ONU del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola. En esa capacidad, se reunió el año pasado con el presidente francés Emmanuel Macron.
La polifacética Elba es ante todo una actriz. En el drama criminal El alambre entre 2002 y 2004, interpretó al despiadado narcotraficante Stringer Bell, de acuerdo a Esquire ‘el mejor personaje en el mejor programa de televisión de todos los tiempos’. Otro papel memorable fue el del atormentado detective John Luther en la serie lutero (2010-2019). En la película Mandela: largo camino hacia la libertad (2013) interpretó a Nelson Mandela, el luchador por la libertad sudafricano que murió la noche del estreno de gala.
Zona de juegos humana comenzó como un libro de fotos de la fotógrafa flamenca Hannelore Vandenbussche. Cuando quiso convertirlo en un proyecto multimedia, se asoció con el holandés Isidoor Roebers de la productora Scenery. Juntos fueron a Netflix, que respondió positivamente. El rico empresario Marcel Boekhoorn se involucró como productor ejecutivo.
A Elba le gustaba trabajar con holandeses. “El director, Tomas Kaan, es increíblemente innovador”, dice. “Muchos temas de la serie son culturalmente delicados y él los manejó con mucha habilidad”. Vino a Amsterdam varias veces para grabar la voz en off. ‘Navegué por los canales por primera vez. Teniendo en cuenta mi altura (1,89 metros, rojo.) Estaba bastante nervioso cuando nos acercábamos a los puentes, pero salió bien.’
Zona de juegos humana está disponible en Netflix.
La idea de la serie. Zona de juegos humana proviene de la fotógrafa flamenca Hannelore Vandenbussche, que vive en los Países Bajos desde hace quince años. Anteriormente viajó por el mundo para el libro de fotos. Antes de que fallezcan de Jimmy Nelson. Después de su viaje alrededor del mundo, ella misma financió un episodio de prueba de Zona de juegos humana. También es el título de su libro de fotos del mismo nombre.