Gaya Calderón (21) hace unos días que no tiene noticias de su hermano, su hermana, su padre, su abuela y su prima. Fueron secuestrados por Hamás el sábado en un kibutz en Nir Oz. En un vídeo difundido en las redes sociales, Gaya vio cómo los terroristas armados agarraban a su hermano Erez (12). “No puedo llorar más, no me quedan lágrimas”, dijo a Reuters.
Gaya Calderón estaba en Tel Aviv el sábado cuando se desató el infierno. Un amigo le dijo que Hamás había invadido el kibutz de Nir Oz, cerca de la Franja de Gaza, donde se encontraban sus familiares. Ella misma se había marchado hace sólo un año para vivir en Tel Aviv. Pudo comunicarse con su familia, pero escuchó que la situación no pintaba bien. Su hermana Sa’ar, de dieciséis años, le envió un mensaje de texto: “Estoy tan asustada, Gaya, que quiero llorar”. Un poco más tarde, Sa’ar envió un WhatsApp al grupo familiar: “Mamá, te amo”. Y luego nada más. “Sabía que eso probablemente significaba que ella sabía que este era el final”, dice Gaya. Su madre escribió desde otro lugar del kibutz: “Gaya, escucho disparos, creo que este es el final”.
Al día siguiente, Gaya intentó averiguar más. “Quería hacer todo lo posible para encontrar algo sobre ellos, un vídeo o algo así, para ver si todavía estaban vivos”, le dijo a Anderson Cooper de CNN desde Tel Aviv. “Y luego veo un video con mi hermano. Veo a Hamás agarrarlo y llevárselo. Fue muy difícil de ver. He estado protegiendo a mi hermano toda mi vida”. El niño todavía estaba en pijama. Estaba en una casa del kibutz junto con su hermana Sa’ar y su padre Ofer. La abuela de Gaya y su prima viven en otra casa. Gaya no sabe dónde están ahora ni si todavía están vivos. El hecho de que Erez no estuviera ensangrentado le da esperanzas. La madre de Gaya y su hermano Rotem (18) estaban en otra casa y sobrevivieron al asalto al kibutz por parte de Hamás.
Gaya, de 21 años, se da cuenta de que no hay nada que pueda hacer. “No puedo ir allí y salvarlos. Es horrible tener que escuchar algo así en un vídeo. Algo así no debería suceder en este mundo”. La mujer israelí sólo quiere volver a ver a sus familiares. “Sólo los quiero conmigo, en casa, aunque ya no tenemos casa, se ha quemado todo. Mi madre y mi otra hermana están desesperadas, no sabemos qué hacer”.
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