Pnrr, 2021 gasto de 5.100 millones: 37% del programa inicial


Entre las disputas por el catastro y la justicia y una campaña electoral de un año que vinculará las oficinas administrativas en junio a las próximas políticas, tendrá que abrirse camino una aceleración de unas 6 veces en el gasto real de los proyectos Pnrr. Porque en los términos concretos de las inversiones, el verdadero reto del Plan se juega entre este año y el próximo: tras un debut que ha cumplido los 51 objetivos oficiales para obtener la primera cuota anual, pero se ha mantenido alejado de los planes de gasto originales .

En los cuadros de fondo verde que cubren las 2.447 páginas del PNR completo con los anexos enviados a Bruselas, 2021 debería haber registrado un gasto de 13.700 millones. La mayoría de los fondos se destinaron a intervenciones ya previstas por los programas italianos, en los que la Recuperación se limita a reponer los fondos nacionales; pero una parte se dedicó a nuevos proyectos, no incluidos en las tendencias y llamados a acelerar el crecimiento.

El balance final del primer año

El balance final del primer año, en cambio, habla otro idioma. El gasto efectivo se detuvo en 5.100 millones, el 37,2% del objetivo inicial. El balance final aún puede ser actualizado con la verificación de los requerimientos del Pnrr financiados con fondos nacionales y consistentes con los objetivos del Plan. Pero la cifra, fruto sobre todo de las reinterpretaciones de los próximos objetivos, que acumulan más de 35.000 millones de media al año. Y se centra en el primer grupo de medidas, en el que el PNR cambia la fuente de financiación pero no la dinámica de la economía. Casi la mitad del gasto real se ha ido del ferrocarril de alta velocidad, también gracias a la posibilidad de imputar ex post a la PNR unos 800 millones ya pagados en 2020; 1.200 millones se destinaron a ecobonos en la construcción. Los incentivos a la innovación de las empresas «Transición 4.0» absorbieron 990 millones, frente a los 1.713 atribuidos a esta partida en el programa original. Y otros 390 millones fueron para la escuela, principalmente para la construcción.

El año pasado, tal resultado no fue un gran problema en general. Porque la economía se ha encargado de producir un repunte mucho más intenso de lo esperado. Y porque los cheques comunitarios que autorizaron la cuota de 21 mil millones se concentraron en 49 objetivos «cualitativos» (estos son los hito, como las normas a aprobar sobre gobernanza y fortalecimiento administrativo o la adopción de programas como el Gol de empleo de jóvenes o planes nacionales como el de riesgo hidrogeológico), limitando las metas cuantitativas medidas con logros concretos como el ingreso al Fondo Simest de 5.204 pymes (la meta era al menos 4 mil) o la firma de contratos con los «mil expertos» para las Regiones. Al contrario: como explicó la Oficina Parlamentaria de Presupuestos en la audiencia del jueves 14 de abril sobre la Def, retomando los datos facilitados por el Ministerio de Economía al Parlamento, el gasto inferior al esperado ayudó a reducir el déficit tendencial, contribuyendo así a la apertura del espacio fiscal para nuevas ayudas sin desvío.

Que cambia este año

Pero ahora la imagen cambia. Porque este año las metas cuantitativas destinadas a examen comunitario son 17. Y sobre todo porque el empuje autonómico del crecimiento se ha enfriado bajo los embates de la guerra y la inflación. En un contexto tan complicado, la contribución al crecimiento atribuida al NRP se vuelve aún más crucial. Que mientras tanto ya ha cambiado precisamente por la remodelación del calendario de gasto: en 2021 han desaparecido cuatro de las seis décimas de PIB previstas al principio, y en las estimaciones actualizadas el Plan cierra en 2026 con un +3,2% acumulado en cambio del + 3,6% calculado el año pasado.



ttn-es-11