El año pasado, Elon Musk ordenó en secreto a sus ingenieros que desactivaran los satélites de su red Starlink sobre Crimea. De esta manera frustró deliberadamente un ataque sorpresa de los ucranianos contra la flota rusa. Según CNN, esto se puede leer en una biografía sobre el fundador de SpaceX. Musk tomó esa decisión porque temía que Rusia respondiera con un ataque nuclear en ese escenario.
El libro, apropiadamente titulado ‘Elon Musk’, es de Walter Isaacson. El periodista estadounidense escribió anteriormente biografías aclamadas por la crítica sobre Steve Jobs, Albert Einstein y Benjamin Franklin. Esta vez ofrece una visión más profunda del papel crucial que desempeña Musk en la guerra, ya sea voluntariamente o no.
Justo antes de la invasión de febrero de 2022, Rusia interrumpió los sistemas de comunicaciones ucranianos. Las redes de telefonía móvil y las conexiones a Internet cayeron, pero no por mucho tiempo: Musk puso a disposición miles de terminales de Internet Starlink, lo que permitió a los soldados ucranianos continuar coordinando sus acciones vía satélite.
“¿Cómo llegué a esta guerra?”
Sin embargo, cuando Ucrania comenzó a utilizar su red para lanzar sus propios ataques con drones, Musk tuvo una crisis de conciencia. “¿Cómo terminé en esta guerra?”, se preguntó el multimillonario. “Starlink nunca tuvo la intención de usarse en la guerra. La gente necesitaba poder ver Netflix, los estudiantes necesitaban Internet para sus asuntos escolares. Así que asuntos pacíficos, nada de ataques con drones”.
Musk también intervino en algún momento por su cuenta. Ordenó que se cerrara Internet en Crimea, dejando desconectados los submarinos no tripulados ucranianos. Por lo tanto, los drones disparados con explosivos llegaron a la costa sin causar daños.
“Musk temía que Rusia utilizara armas nucleares como represalia. Ese miedo se vio alimentado por las conversaciones que mantuvo con dignatarios rusos”, aclara Isaacson.
Súplicas
Siguieron súplicas, entre otros, del viceprimer ministro ucraniano, Mykhailo Fedorov, para que los satélites volvieran a estar operativos rápidamente. Musk también habló sobre el asunto con el asesor de seguridad estadounidense Jake Sullivan, el jefe de gabinete Mark Milley y el embajador ruso en Estados Unidos.
Sin embargo, pronto también se discutió el aspecto financiero. SpaceX había invertido decenas de millones de euros en el proyecto, dijo Musk. “No vamos a seguir pagando esa factura”, fue el mensaje al Pentágono.
Cambio completo
Sin embargo, cuando CNN dio la noticia en octubre, Musk dio un giro total. “Maldita sea… Aunque Starlink siga perdiendo dinero, seguiremos ofreciendo nuestros servicios de forma gratuita al gobierno ucraniano”, escribió en un tuit.
Una decisión de la que Gwynne Shotwell, la presidenta de SpaceX, tuvo que recuperarse. “El Pentágono estaba literalmente dispuesto a entregarme un cheque por 145 millones de dólares (135 millones de euros). Pero luego Musk sucumbió ante los enemigos del Pentágono que filtraron la historia y publicaron la basura en Twitter”.
Al final, se llegó a un acuerdo entre SpaceX y los gobiernos americano y europeo: a principios de este año se entregarían 100.000 nuevas antenas parabólicas a Ucrania, pero se ajustaron los ajustes para que ya no se pudieran disparar drones. Por eso no se puede subestimar la importancia de Starlink en esta guerra…
MIRAR. Satélites ‘Starlink’ visibles sobre Bélgica
¿Acceso ilimitado y gratuito a Showbytes? ¡Qué puede!
Inicia sesión o crea una cuenta y no te pierdas nada de las estrellas.