Italia aprobó medidas para limitar los derechos de los accionistas del grupo químico chino Sinochem en Pirelli, el fabricante de neumáticos que cotiza en Milán, y estableció una gama más amplia de sectores que el gobierno considera importantes para la seguridad nacional.
La decisión es una intervención rara en una inversión china de ocho años que, hasta ahora, no se había considerado un activo nacional estratégico. En 2015, un grupo químico estatal chino anterior había comprado una participación mayoritaria en Pirelli, considerada la joya de la corona de la industria italiana, por 7.700 millones de dólares.
La oficina del primer ministro Giorgia Meloni dijo en un comunicado el viernes que las últimas medidas, aprobadas bajo el mecanismo de selección de inversiones extranjeras del “poder dorado” del país, estaban “dirigidas a crear una red de medidas para salvaguardar la independencia de Pirelli y su gestión”.
El FT reveló este mes que el presidente ejecutivo de Pirelli, Marco Tronchetti Provera, había presionado a Roma para que interviniera en los acuerdos de participación accionaria de la compañía, advirtiendo del mayor control que el gobierno chino estaba tomando sobre las decisiones comerciales y de gobierno de Pirelli.
Tronchetti Provera, que tiene una participación minoritaria en Pirelli, ha estado peleando con sus socios chinos por la gestión diaria durante los últimos años. Ha intentado sin éxito persuadirlos para que vendan parte de su participación. También han surgido fricciones dentro de la compañía por su salario, que en 2022 era de 20,5 millones de euros.
Las restricciones de Roma, que implican límites para acceder y compartir información entre Pirelli y Sinochem y una mayoría de cuatro quintos para algunas decisiones “estratégicas” de la junta, tenían como objetivo proteger “información estratégicamente relevante y el conocimiento de la compañía”, dijo la oficina de Meloni.
La decisión se produce cuando el gobierno italiano intenta el difícil equilibrio de alinearse más estrechamente con la UE y EE. UU. en política exterior y reevaluar su relación con China, sin antagonizar al mismo tiempo con Beijing.
El gobierno de Meloni también está considerando una salida del proyecto de inversión en el extranjero insignia de Beijing, la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Italia fue la única nación europea en unirse al BRI en 2019.
El mes pasado, los líderes de los EE. UU., la UE y Japón se unieron detrás de la idea de “eliminar el riesgo” de China, hablando de la necesidad de proteger “ciertas tecnologías avanzadas que podrían usarse para amenazar nuestra seguridad nacional”.
El alcance de lo que cuenta como activos de importancia para la seguridad nacional se ha ampliado en Italia y la UE desde 2019, lo que ha dado lugar a un aumento de las solicitudes presentadas en virtud del mecanismo de selección de Italia, de 8 en 2014 a 496 en 2021.
La oficina de Meloni dijo que una tecnología específica que permitía la geolocalización y la recopilación de información de los conductores a través de un microchip instalado en los neumáticos era fundamental y de importancia estratégica nacional.
“El mal uso de dicha tecnología puede causar una variedad de riesgos para los clientes y la seguridad nacional”, dijo la oficina.