Eric estaba en la sala de control cuando sonó el teléfono: ‘Se escuchó un golpe en la estación de Voorschoten’

Una notificación de brillo naranja. Un duro golpe. Las primeras llamadas a la sala de control del 112 fueron vagas. Sin embargo, Eric Vreugdenhil (49) inmediatamente tuvo que tomar decisiones importantes después del desastre del tren en Voorschoten. Recuerda el trabajo más grande de su carrera: «La primera preocupación era transportar a las víctimas a los hospitales lo más rápido posible».



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