El técnico de la Roma se lo juega todo con Real Sociedad y Lazio. Abran paso a los mejores, Josè apuesta todo por Pellegrini (con casco) y por un super Dybala
Lo bonito es que hay poco que pensar, lo malo es que hay poco que pensar. Parece un lugar común decir que la Roma puede jugar una temporada en 180 minutos (al menos), pero esta vez realmente lo parece. El jueves en la Europa League, ante la Real Sociedad, se juegan los cuartos de final e industrias afines, es decir, nada menos que 6-7 millones de euros entre premios (1,8 millones), derechos de TV y taquilla. El domingo, en cambio, se disputa el derbi ante la Lazio (el sector de la Roma ya está lleno), que ya de todos modos sería de enorme importancia, pero que esta vez casi tiene sabor a play-off por la clasificación para el Liga de Campeones.
TODOS JUNTOS
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Ni que decir tiene que el nocaut interno ante el Sassuolo, más allá de los discursos arbitrales (ayer se hizo viral el vídeo del diputado Foti que, con la afición enfadada por la dirección ante el Sassuolo, se justifica: “No me pudieron expulsar”) y la La extraordinaria vena de un Dybala cada vez más “mundial” ha sido bien analizada, porque algunas certezas relativas a la solidez psicológica la han desvirtuado. Un problema, de cara al partido ante los españoles, que tienen como único objetivo la remontada. Un problema, sin embargo, también de cara a la Stracittadina, en la que el control de los nervios contará mucho. Es por eso que todos creen que estar juntos toda la semana, básicamente como si fuera un campo de entrenamiento, podría ayudar a los giallorossi a recuperar la concentración. Desde el miércoles, día de la salida hacia San Sebastián, hasta el domingo, los jugadores dormirán en casa sólo los viernes por la noche, porque José Mourinho -que ayer vio el Primavera- los quiere el sábado con él en Trigoria.
CARA A CARA
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Ayer, sin embargo, Special One habló con el equipo, como no pudo hacerlo la tarde del domingo por la descalificación y la imposibilidad de acceder al vestuario. No apela a la patria en armas, sino solo un intento de infundir confianza en un grupo en el que la rotación ya no es un tabú, aunque habrá que gestionarla durante la competición en curso. Porque una cosa parece segura: en los 180 minutos en los que también se jugará su futuro, el Especial quiere sobre el césped a los que considera mejores. Así Mancini, Smalling e Ibáñez por delante de Rui Patricio, luego Karsdorp y Spinazzola por las bandas, Cristante y Matic en la mitad del campo y, detrás de Abraham, Dybala y Pellegrini.
EL CASCO DEL CAPITÁN
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En este frente, la buena noticia viene del capitán. Tras los treinta puntos de ventaja subsanados en la ida ante la Real Sociedad y la baja ante los neroverdi, ayer se sometió a una resonancia magnética que dio luz verde a su contratación. Pellegrini, sin embargo, jugará con casco protector. En cambio, él, como casi todos en la formación que hemos reseñado -desprovistos de problemas físicos-, también tendrá que salir al campo con la Lazio, pudiendo hipotetizar como máximo la inclusión de Zalewsky (ayer con el Faraone en una afición cena) para Kardsorp o El Shaarawy para Spinazzola. Los demás, desde Wijnaldum hasta Belotti (que tendrá que usar un aparato ortopédico después de la operación en la mano), serán ases bajo la manga durante el juego. Porque ahora la Roma se lo juega todo, y Mou ya no puede esperar a nadie.
14 de marzo – 13.28 h
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