Tras otro fin de semana de negociaciones, el gobierno flamenco sigue sin llegar a un acuerdo sobre el dossier del nitrógeno. Durante una reunión convocada apresuradamente del gabinete central y luego del Consejo de Ministros, Jan Jambon señaló que su gobierno sigue estando irremediablemente dividido. CD&V abandonó la mesa de negociaciones pasadas las diez de la mañana.
Jambon pronto hará una declaración. Nadie sabe por ahora cómo proceder. En principio, el gobierno flamenco no puede caer. Pero en el transcurso de la noche, N-VA envió textos a la prensa indicando que los ministros deben cumplir con las decisiones del resto del gabinete; de lo contrario, tendrán que renunciar. Un mensaje claro: si CD&V no quiere virar, que saque sus conclusiones.
Propuesta de desbloqueo
El sábado, el Ministro de Medio Ambiente Zuhal Demir (N-VA) había elaborado una ‘propuesta de desbloqueo’ con Jambon, un intento de suavizar CD&V. Pero no había entusiasmo entre los democratacristianos.
El domingo, Jambon finalmente convocó al gabinete central. La expectativa era que Jambon solo lo haría si un acuerdo era inminente. Pero quedó claro el domingo por la noche que se trataba más bien de un último intento de afinar los violines.
Fuentes gubernamentales indicaron rápidamente que las conversaciones fueron todo menos fluidas. Más tarde esa noche, se convocó a todo el Consejo de Ministros. Allí también se estableció que un acuerdo estaba lejos. Por lo tanto, parece que Jambon perderá su fecha límite autoimpuesta por segunda vez. La mayor crisis de su existencia es inminente para el gobierno flamenco. En las últimas semanas, la coalición ya ha analizado en varias ocasiones que Jambon tiene suerte de que el Gobierno flamenco no pueda caer.
cortina de humo
Después de la reunión maratónica del martes por la noche, todavía hubo mucha discusión sobre dos puntos en los últimos días. Uno: la llamada medición neta, mediante la cual los agricultores pueden comprar las emisiones de los agricultores que dejan de usarlas de otros agricultores. Dos: máximas emisiones de nitrógeno. Para N-VA, a las empresas agrícolas no se les permitió emitir más del 0,028 por ciento de las emisiones máximas de nitrógeno en un área. Para la industria, eso es 1 por ciento. Esa diferencia era absolutamente inaceptable para CD&V.
La propuesta de desbloqueo de N-VA fue vista por CD&V como “una cortina de humo”: un intento de fingir que se hacen bises, de aumentar la presión sobre CD&V. Por ejemplo, la propuesta volvió a incluir el margen de emisión del 0,028 por ciento, mientras que los democratacristianos vienen indicando desde hace mucho tiempo que esa cifra es demasiado baja.