El número de víctimas de los catastróficos terremotos de principios de la semana pasada en el sureste de Turquía y la vecina Siria sigue aumentando. Ya se han confirmado más de 40.000 muertes.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció la última clasificación: 35.418 muertes. Reconoció nuevamente los problemas en los esfuerzos de rescate, pero se dice que los esfuerzos de socorro en el área del desastre han mejorado día a día. Todavía hay 13.208 personas hospitalizadas en Turquía.
El número de muertes confirmadas en Siria es ahora de casi 6.000.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a los terremotos de la semana pasada en Turquía y Siria el “peor desastre natural en Europa en los últimos cien años”. El desastre natural se ha cobrado hasta ahora al menos 35.000 vidas.
“Estamos siendo testigos del peor desastre natural en nuestra región en un siglo y aún no se sabe con certeza la magnitud exacta”, dice el director regional Hans Kluge. Aunque Siria no está en Europa, la OMS sí incluye parte del área afectada en Turquía como parte de su campo de actividad europeo.
Según Kluge, alrededor de 26 millones de personas necesitan ayuda. “Las necesidades son enormes y crecen cada hora”. Debido al frío, las malas condiciones higiénicas y sanitarias y la propagación de enfermedades infecciosas, la preocupación por los problemas de salud es cada vez mayor.
La OMS, una organización de las Naciones Unidas, ha clasificado la zona afectada en Turquía con Europa. La organización también insiste en proporcionar ayuda entre Turquía y Siria y dentro de la propia Siria.
El sureste de Turquía y el noroeste de Siria fueron golpeados por múltiples terremotos el lunes pasado. El desastre natural causó muchos daños. Más de una semana después de los terremotos, todavía se encuentran sobrevivientes esporádicamente bajo los escombros, aunque desde entonces se han detenido muchos esfuerzos de rescate. La ayuda de emergencia ahora está destinada principalmente a proporcionar alimentos, refugio y atención (psicológica).