El centrocampista ha vuelto a trabajar con el grupo y el técnico portugués, que siempre le ha defendido de las críticas, ya podría desplegarle en el Lecce
A pocas horas del inicio del mini tour de force que verá jugar a la Roma 6 veces en 23 días, José Mourinho tiene una certeza. El de poder volver a contar con uno de sus pretorianos. Tras pasar tres semanas en la enfermería y el gimnasio junto a los preparadores deportivos y fisioterapeutas del club, Lorenzo Pellegrini ha vuelto a entrenar en grupo durante tres días.
El dolor del golpe sufrido en el muslo durante el partido de la Coppa Italia ganado ante el Genoa el pasado 12 de enero finalmente se ha desvanecido, y el número 7 ha podido volver a trabajar con el resto del grupo. En los últimos 20 días, de hecho, Lorenzo ha seguido cediendo su disponibilidad al Especial que, pese a las no óptimas condiciones del futbolista, casi siempre le ha apuntado como titular (la única excepción es el partido ante el Spezia). Un esfuerzo que inevitablemente afectó el rendimiento del joven de veintiséis años, que apareció empañado e incapaz de afectar el rendimiento del equipo como le hubiera gustado. Sin embargo, ahora que lo peor parece haber pasado, Pellegrini está listo para tomar al equipo de la mano y ayudarlos a obtener la clasificación para la Liga de Campeones, que es casi vital para la Roma.
ABUCHEO
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La actuación no precisamente brillante de Pellegrini en las últimas semanas, unida a la decepción por la eliminación de la Copa de Italia ante el Cremonese, le había costado muy caro al capitán de los giallorossi. En los minutos finales del último partido disputado en el Olimpico ante el Empoli -ganado por los de Mourinho- llovieron desde la grada del estadio unos cuantos abucheos dirigidos al número 7. Una reacción airada ante la gran oportunidad desperdiciada por el equipo, pero que no no afectó la relación del jugador con su gente. Lorenzo no se lo tomó, entendiendo el sentir de la afición: de hecho, fue el primero en decepcionarse por la mala noche en la copa. Incluso Mourinho, consciente del esfuerzo que hacía el chico, tomó partido en defensa de su juego: “Alguien entiende, otros no, otros no entienden los sacrificios – explicó el portugués – Lorenzo jugó los 95 minutos tanto el miércoles como con Empoli y no es fácil. Pellegrini tiene un entrenador que lo respeta y respeta todo lo que hace por el equipo. De 60.000 personas, quizás los abucheos vinieron de 20-30-50 personas…”. Sin embargo, ahora que hasta el enésimo problema físico parece haber sido definitivamente superado, Pellegrini está decidido a convertir los abucheos en aplausos.
10 de febrero – 13.42 h
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