Al menos 23.000 presos rusos han cambiado sus celdas por trabajos de mercenarios con el temido grupo Wagner en los últimos meses. Aunque eso no siempre resulta ser el mejor movimiento de carrera. Quienes sobrevivan seis meses en el frente de guerra de Ucrania recibirán 600.000 rublos (8.225 euros) además de la libertad. Pero aquellos que se pelean con los comandantes se arriesgan a recibir castigos especialmente espantosos.
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La vida tal como es para el mercenario de Wagner: dedos amputados por contradicción, ejecución por deserción. Y esto por 1.370 euros al mes
