Para hacer frente a los nuevos retos del medio ambiente, la Unión Europea debe adaptar y modificar su legislación. En un intento de responder a esto, la Comisión Europea establecido el proyecto Directiva de informes corporativos sostenibles (CRSD)que entrará en vigor en 2024cuyo objetivo es proporcionar más información y más transparencia sobre las acciones de las empresas que cotizan en los mercados regulados de la Unión Europea. En otras palabras, tener en cuenta los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) que son “ se utiliza para analizar y evaluar la consideración del desarrollo sostenible y los problemas a largo plazo en la estrategia corporativa “.
Debilidades en los datos ESG
Actualmente empañado por sus deficiencias, Los datos ESG no parecen revelar ninguna realidad sobre las prácticas de la empresa y no ofrecen ninguna información fiable que pueda ser utilizada por los clientes.. Como tal, este mercado multimillonario es propicio para todas las formas de “lavado verde” por parte de las empresas.
Cada vez más de ellos quieren comunicarse en un calificación favorable y algunos se aprovechan de las debilidades de la evaluación ESG. Este es el caso del banco BNY Mellon que fue multado con $ 1.5 millones por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) en 2022 por divulgar información ESG falsa.
Además, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha llevado aún más lejos las consideraciones éticas relacionadas con los datos ESG. Las agencias de calificación se han visto atrapadas entre dos preguntas : evitar los fabricantes de armas, ya que estos están hechos para dañar y matar, o por el contrario, aumentar las calificaciones ESG de estas empresas que juegan un papel en la defensa de las democracias.
Nuevas directivas para responder al cambio climático
Así, las nuevas directivas acometidas por la Unión Europea deberían permitir subsanar las debilidades actuales de los datos ESG. La CSRD se aplicará sobre tres principios fundamentalesque giran en torno a la transparencia y normalización de la información, para cumplir mejor los objetivos fijados por la UE.
En marzo pasado, la SEC propuso una regla que requeriría que las empresas públicas revelaran su impacto climático. Una propuesta que se hace eco de la voluntad del Parlamento Europeo, que apunta a la neutralidad de carbono para 2050. Incluso si las empresas a veces siguen siendo cautelosas En cuanto a los temas climáticos, algunos bancos, como el Banco de Inglaterra o el Banco Central Europeo, empiezan a interesarse por ellos.
En este contexto, un Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad se creó a instancias de la Fundación de Normas Internacionales de Información Financiera con el fin de proporcionar a los mercados financieros del mundo información sobre el cambio climático y el desarrollo sostenible. La Junta está trabajando actualmente en la creación de estándares globales para la presentación de informes ESG.