En el pueblo francés de Hennebont, el sonido de los cascos de los caballos resuena por las calles. No es un carruaje el que pasa con unos turistas, sino la recolección de basura que funciona con carro y caballo. Debido a la crisis climática, la crisis energética y el nivel de estrés laboral, se decidió trabajar de esta manera. “Nuestro trabajo como recolectores de basura es mucho más agradable con un animal. La gente ahora también nos mira diferente, sonríe amable”.
Julien (38), que suele vaciar botes de basura en un camión de basura en otra ciudad, se formó en tecnología de caballos. “La gente te ve diferente, te saluda en lugar de tocar la bocina. Este es el futuro, contamina menos, usas menos gasolina y hay menos ruido», dijo a The Guardian. “También hace reír a la gente. Además, normalmente respiro constantemente los gases de escape detrás de mi camión, pero esto se siente mucho más saludable”.
“Cuando escucho el sonido de los cascos, me siento completamente feliz”, dice Florence, una agente de bienes raíces en Hennebont, “Trae una especie de calma suave en estos tiempos agitados. Aporta un poco de poesía a la vida cotidiana, un recordatorio de que las cosas pueden ser más sencillas. Si pudiera vivir en un mundo sin coches, lo haría”.
carros escolares
Desde la década de 1990 se han realizado experimentos con el uso de caballos de tiro para tareas municipales. Pero desde entonces, el número de ciudades francesas que usan caballos se ha disparado, especialmente ahora, durante una crisis climática y energética. Hasta 200 áreas urbanas han utilizado caballos de tiro en los últimos años. Las tareas más comunes son la recolección de basura y llevar a los niños a la escuela.
En la localidad de Vendargues, en el sur de Francia, los «carros escolares» son tan populares que han surgido grandes listas de espera con más de un centenar de familias. Muchos niños que podían caminar o ir en bicicleta a la escuela aún preferían el carro tirado por caballos. Lleva más tiempo, pero lo encuentran «relajante».
Los caballos también se utilizan para el servicio verde municipal, pequeñas fracciones de transporte público o la recogida de árboles de Navidad. Al mismo tiempo, ha aumentado el uso de caballos y burros en la agricultura: cientos se utilizan actualmente en viñedos y para la horticultura. A los políticos locales también les gusta el simbolismo de un caballo para mostrar su compromiso con el medio ambiente. El uso de caballos de tiro sigue siendo una tarea para las ciudades individuales, pero a algunos funcionarios locales les gustaría que el gobierno nacional proporcione un apoyo más centralizado y caballos de fuerza como una forma oficial de energía alternativa.
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